Golpe de mano en la cúpula de Indra. El Gobierno toma el control del grupo tecnológico conformando un nuevo núcleo duro de accionistas y revolucionando el consejo de administración de la compañía, prescindiendo de cinco de los ocho consejeros independientes. Se esperaba que la junta de accionistas de la compañía, celebrada este jueves en Madrid, sirviera para inaugurar un nuevo juego de poderes en la compañía en la que la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) empezara a ganar aún más peso en el gobierno del grupo. Pero la junta ha sido la puerta para lanzar un cambio radical e instantáneo.

La pública SEPI, dependiente del Ministerio de Hacienda y máximo accionista del grupo, se ha apoyado en el fondo activista Amber —comandado por el también presidente del grupo Prisa, Joseph Oughourlian— y en el grupo vasco de defensa SAPA para dar un vuelco a la composición del consejo de administración de Indra. Por sorpresa, la junta ha votado el cese de cuatro consejeros independientes —a pesar de que uno de ellos, Alberto Terol, había presentado su dimisión con efectos desde mañana-—y ha rechazado la renovación en el cargo de una quinta consejera independiente.

El grupo prescinde de los consejeros independientes que no respaldaban que el Estado se implicara aún más en el control de Indra y que habían conformado un bloque para impedir el año pasado que el presidente del grupo, Marc Murtra, asumiera funciones ejecutivas. El movimiento de este jueves allana el camino para que Murtra acabe convirtiéndose en presidente ejecutivo próximamente, como respalda el Gobierno, para impulsar el plan de crecer en el negocio de defensa.

El Gobierno anunció el pasado febrero su intención de incrementar la participación accionarial de SEPI, dependiente del Ministerio de Hacienda, del 18,7% al 28%. De momento ha alcanzado algo más del 25% y próximamente se traducirá en que el holding público pase de dos a tres consejeros en la compañía.

Indra prepara un giro en la orientación de su actividad, con el objetivo de crecer con fuerza en el sector de defensa, y erigirse en un gran campeón nacional en la tecnología de defensa como promueve el Gobierno. El escenario geoestratégico acelerado por la invasión militar de Rusia sobre Ucrania y por el interés de Estados Unidos en que Europa haga más esfuerzos en su seguridad, anticipa que el negocio de defensa creciente y cada vez más estratégico.