“No hay un lugar mejor” para Arsenio

A unos días del primer aniversario de su muerte, Arsenio está más presente que nunca. Solo hay que acercarse a un partido en Riazor o vivir el día a día del deportivismo con esa guía invisible, pero siempre palpable que supone el arteixán. “Ningún día dejará de estar con nosotros”, recordaba visiblemente emocionado su inseparable Carlos Ballesta, quien habló en nombre del Dépor, en el acto de inauguración de la travesía que lleva el nombre de Arsenio, al pie de la grada de Marathón entre Manuel Murguía y el paseo de la Habana. “No hay un lugar mejor”, incidía sobre el emplazamiento de esa calle que desde este jueves ya es una realidad. “En la grada donde estaban y están a esos que llamó os nenos descamisados y junto a donde estaba el campo donde entrenaron generaciones de coruñeses y muchos equipos del Dépor (hoy la Casa del Agua)”, relataba situándolo entre sus dos mundos, el de esos jóvenes con los que conectó por encima del público de Tribuna, y el de su labor de maestro de los banquillos en una época de carestía antes de que llegasen el Superdépor y los títulos.

A Coruña inaugura la travesía Arsenio Iglesias

Ver galería

Ballesta fue el encargado de abrir el turno de intervenciones de un acto en el que estuvo toda la familia de Arsenio desde su viuda hasta gran parte de sus nietos, el presidente y miembros del consejo del Dépor, Imanol Idiakez y los alcaldes de A Coruña y Arteixo y los representantes de distintos grupos políticos de la Corporación coruñesa.

Antonio Iglesias, hijo de Arsenio, en la inauguración de la travesía que lleva su nombre

Su hijo Antonio Iglesias, que ejerció de portavoz de la familia, quiso corresponder primero a un tocado Ballesta diciendo que su padre “tuvo la suerte inmensa” de que él fuese su “compañero leal”. También recogió el guante sobre la idoneidad de la ubicación. “Por la relación especial que tenía con todos aquellos que estaban y estarán en la grada de Marathón, siempre le apoyaron”, recordaba. Con la voz entrecortada en varios momentos, enfatizó que a su madre le “pertenece un trozo de esa placa” por el apoyo y los sacrificios personales que tuvo que hacer como sustento de Arsenio. La alcaldesa Inés Rey cerró el acto recordando que “A Coruña tiene memoria” y situando al homenajeado como uno de los “faros” del deportivismo y de la ciudad. Arsenio, siempre presente.