Ni la inflación. Ni la guerra de Ucrania. Ni las 502 tiendas que tiene cerradas en Rusia desde marzo. Ni la pandemia. Ni el aumento del precio de las materias primas. Ni el incremento de la energía. Ni las amenazas de desaceleración. Ni la anunciada caída del consumo. Como si fuese inmune a todas estas amenazas, el primer semestre de Inditex ha sido histórico. Nunca antes había conseguido vender tanto ni obtener un beneficio tan elevado. Ni antes de la irrupción del COVID.
Los expertos vaticinaban que en el segundo trimestre fiscal de la multinacional gallega (de mayo a julio) la facturación no superaría los 7.850 millones y que las ganancias rondarían por poco los 1.000 millones. Pero como suele ser habitual, rompió todos los pronósticos. Las ventas superaron los 8.000 millones (8.103) y los beneficios llegaron hasta los 1.034. La compañía alcanzó en su primer trimestre fiscal las mejores cifras de su historia en este periodo tanto en facturación como en beneficios. Y lo ha vuelto a lograr en el segundo. Y eso que no contó con la contribución del más del medio millar de tiendas rusas que tuvo que cerrar por la guerra. El 4% de todas las que tiene.
Como consecuencia, el primer semestre también ha sido de récord. Entre el 1 de febrero y el 31 de julio registró un beneficio de 1.794 millones, lo que supone un incremento del 41% respecto al mismo periodo del año anterior. Nunca antes había logrado estas ganancias en los primeros seis meses de un ejercicio. Lo mismo ocurrió con las ventas que llegaron hasta los 14.845 millones, un 24,5% por encima de las de un año antes.
“Estos resultados se explican por cuatro factores clave en nuestro desempeño. Nuestra propuesta de moda, una experiencia de compra constantemente optimizada para nuestros clientes, nuestro enfoque en sostenibilidad y el talento y compromiso de nuestra gente. Nuestro modelo de negocio está funcionando a pleno rendimiento y tiene un gran potencial de crecimiento a futuro”, destacó el consejero delegado del grupo, Oscar García Maceiras.
Ante los nubarrones económicos que se avecinan, los analistas y los inversores también están pendientes del comportamiento futuro de Inditex. Y las perspectivas para los próximos meses son positivas. Respecto al inicio de su segundo semestre, la multinacional destacó que las colecciones de otoño-invierno “han sido muy bien recibidas” por sus clientes. Las ventas en tienda y en la web entre el 1 de agosto y el 11 de septiembre han crecido un 11% respecto al periodo récord de 2021.
“El crecimiento futuro del grupo se sustenta en la inversión en nuestras tiendas, los desarrollos realizados en el canal de venta online, en las mejoras en nuestras plataformas logísticas, y también en una clara apuesta por la innovación y la tecnología”, añadieron desde la compañía.
Por marcas, todas crecieron a doble dígito, excepto Oysho que bajó. La locomotora del grupo Zara (incluye Zara Home) figura a la cabeza con unas ventas de 10.927 millones en el ecuador del ejercicio, un 29% más que en el mismo periodo del año pasado; seguida por Berskha (1.055 millones, 15% más), Pull&Bear (936 millones, 19% más), Stradivarius (913 millones, 17% más), Massimo Dutti (721 millones, 10% más) y Oysho, que fue la única que bajó (293 millones, 4% menos).
El consejero delegado del grupo destacó “la robusta” venta en tienda que han experimentado todas las marcas del grupo durante el primer semestre. Entre ellas se refirió al “desempeño excepcional” de Zara y el “sólido comportamiento” de Stradivarius, Pull&Bear y Bershka. “Estamos muy contentos con el desempeño de todas nuestras marcas, que cubren muy diferentes segmentos de público con una moda de alta calidad”, remarcó.
Por zonas geográficas, Europa (sin España) sigue liderando el mercado y copa un 46% de las ventas de Inditex. Destaca también el mayor peso de América, con el fuerte tirón de EEUU en los últimos meses. El peso de esta región salta del 17,3% de los primeros seis meses del año pasado al 20,1% del actual. Y supera a Asia, que se queda con el 19,4%. En España, las ventas aumentaron un 25% hasta los 2.108 millones y suponen un 14,2% del total.
La compañía textil realizará subidas selectivas de precios que serán inferiores a la inflación
En la presentación de resultados del ejercicio 2021, que celebró el pasado mes de marzo, Inditex ya anticipó su intención de subir los precios un 2% de media en España y Portugal en la campaña primavera-verano debido al incremento de la inflación, aunque este aumento impactaría solo en una selección de productos. Ayer, durante la presentación de las cuentas del primer semestre de 2022, la multinacional avanzó que acometerá subidas selectivas de precios “de un dígito” en la campaña otoño-invierno. No específico si el incremento sería del 1% o del 9%, aunque se quedaría por debajo de la inflación que supera el 10%. Así lo apuntó el director de Mercado de Capitales de Inditex, Marcos López, quien reafirmó, no obstante, “la política de precios estables” de la compañía de cara a la campaña de otoño-invierno. “A pesar de tener una política de precios estable, cuando hay impactos temporales derivados de la inflación, en ciertos mercados lo que se hace es intentar ajustar los precios”, señaló. Otro aspecto importante que avanzó ayer el grupo es que ha seguido con su estrategia de reducción de puntos de venta. Pese a abrir nuevas tiendas (24 entre febrero y julio), cerró el primer semestre con 6.370, que son 284 menos (-4,2%) que hace un año.
