ERTE

Los gallegos ya trabajan más que antes del COVID con 38,8 horas semanales de media

La jornada asciende a 46 horas en los autónomos y supera las 37 en las empresas y el sector público | Los empleados que hacen extras aumentaron un 26% desde 2020

Julio Pérez

Los sectores esenciales y el teletrabajo mantuvieron a flote la economía española durante los 12 días de hibernación que el Gobierno marcó en abril de 2020 para aplanar la terrible curva de contagios por coronavirus y aliviar el colapso en los hospitales, aprovechando la típica bajada de la actividad en los festivos de Semana Santa. Ese mes, 180.349 gallegos, casi dos de cada diez afiliados a la Seguridad Social, pasaron por un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE).

Las suspensiones de contrato y reducciones de jornada a cargo del erario público en lo peor de la pandemia blindaron buena parte de la renta de los trabajadores y evitaron la descapitalización del mercado laboral, especialmente en las actividades más afectadas por las restricciones a la movilidad y la interacción social, como el comercio, la hostelería y el turismo. El número de afectados descendió a 111.200 en mayo, a 57.200 en junio y mantuvo la tendencia a la baja hasta cerrar el primer año de pandemia alrededor de los 39.400. Otros 18.100 puestos sí se destruyeron y las horas trabajadas mermaron un 6,7%.

A punto de cumplirse tres años bajo la sombra del COVID-19 y con el mundo mirando ahora las múltiples consecuencias de la guerra en Ucrania, hay 984 empleados en ERTE en la comunidad y el volumen de cotizantes se mueve en máximos para un arranque de ejercicio desde 2009.

Parte de ellos, alrededor de 138.000, tienen una jornada parcial; y los fijos-discontinuos también aumentaron con la reforma laboral: de 13.435 en enero de 2019 pasaron a 31.043 en este 2023. Pero, aún así, la media de horas trabajadas por los gallegos cada semana sigue la estela de recuperación de la actividad y supera incluso los tiempos habituales antes de la pandemia.

¿Y cuántas son? 38,8 horas semanales el pasado año, según los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) publicados por el Instituto Galego de Estatística (IGE), en línea con el repunte que se notó ya en 2021 y su mayor registro desde 2016. La media de horas habituales por semana sube a las 47,5 en los propietarios de empresas que tienen plantilla. En los autónomos y pequeños empresarios sin asalariados ronda las 46.

Los empleados del sector privado trabajan unas 37,2 horas; los de las administraciones unas 37,1 y 29,5 horas los que echan una mano en negocios familiares. El tiempo habitual de ocupación solo descendió entre el personal público (37,4 horas en 2021) y en la ayuda familiar (30,5 horas el ejercicio anterior). Prácticamente el 40% de los ocupados en Galicia (418.000) trabajó entre 40 y 49 horas semanales. Otro 21% (235.600) lo hizo entre 30 y 39 horas y el 10% (111.400) se movió entre las 20 y las 29 horas. En la horquilla de 60 a 69 horas hubo 24.500 personas (2,2%); otro 1,5% (16.500) llegó a entre 70 y 79 horas y 6.400 incluso superaron esa cantidad. En el grupo de asalariados, 58.200 realizaron horas extra, un 26% más que en 2020 y por encima de los datos de 2019 (55.300).

La mayor incidencia de las jornadas parciales entre las mujeres hace que ellas trabajen habitualmente 36,3 horas a la semana, casi 5 menos que los hombres (41). De entre los grandes sectores, la educación arroja la jornada más corta (35 horas), mientras que en la agricultura y la ganadería se extiende hasta las 50,5 horas. Le siguen las industrias extractivas (43,1), la construcción (41,1) y el transporte y el almacenamiento (41,1). En la sanidad ronda las 36,4 horas; unas 39 en el comercio y en la hostelería y las manufacturas alcanza las 40,4.

El Banco de España prevé caídas de la jornada por el envejecimiento y el auge del sector servicios

La jornada laboral media seguirá reduciéndose en los próximos años por el envejecimiento de la población, el peso “creciente” de las ramas de los servicios en la economía y el mayor uso de los contratos a tiempo parcial frente a los de jornada completa, según concluye el Banco de España en un artículo en el que analiza la evolución de las horas trabajadas por ocupado. El organismo señala que, en los próximos años, el “progresivo” envejecimiento demográfico “ejercerá una presión a la baja sobre la jornada laboral media” al aumentar el peso de los trabajadores de más edad en el conjunto del empleo. Este colectivo tiene de media una duración de jornada menor que la de otras franjas de edad, aspecto que, según el Banco de España, “se verá reforzado por la previsible prolongación de la vida laboral a través del retraso en la edad de jubilación y por los posibles incentivos a la jubilación parcial”. Al mismo tiempo, el organismo que preside Pablo Hernández de Cos espera que los servicios, cuya jornada laboral es menor que la de otros sectores económicos, continúen ganando peso en la actividad, lo que también tendería a reducir la cifra media de horas trabajadas por ocupado. La pandemia acentuó “significativamente” la caída de las horas por ocupado con relación a su tendencia histórica y también en comparación con crisis anteriores, fundamentalmente por la intensa utilización de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE). Entre el cuarto trimestre de 2019, justo antes de la pandemia, y el segundo trimestre de 2020, momento en que eran más intensas las restricciones frente al COVID, el número medio de horas por ocupado a la semana cayó en casi siete horas, un 21% de la jornada semanal.

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