Resonac e Ignis utilizarán los 250.000 m2 de Alu Ibérica para fabricar grafito e hidrógeno

Presentarán la oferta para comprar los terrenos “los próximos días” | La planta de grafito para baterías tendrá una extensión de 200.000 m2 y la de hidrógeno verde, de 50.000

Terrenos de Alu Ibérica y de Resonac en el polígono de Agrela. |   // L. O.

Terrenos de Alu Ibérica y de Resonac en el polígono de Agrela. | // L. O. / Manolo Rodríguez

Manolo Rodríguez

Manolo Rodríguez

Los datos del Catastro muestran que la parcela en la que antes se asentaba Alcoa, y después Alu Ibérica, en el polígono de Agrela tiene una extensión de 251.403 metros cuadrados. Son unos terrenos privilegiados al lado de la autovía y, sobre todo, a solo 15 minutos del puerto Exterior. Es por tanto un solar muy apetecible para poner en marcha un proyecto industrial.

Su proceso de venta, después de que la empresa entrase en concurso de acreedores a finales de 2021, se estructuró en cuatro fases. En las tres primeras no hubo ninguna propuesta de compra, pese a que en cada una de ellas se redujo el precio de adquisición hasta que en la última fue dos tercios inferior al valor inicial. El pasado jueves se cerró la tercera etapa y se abrió la última en la que la planta se vendería en lotes para hacer frente a las deudas.

Pero solo siete días después, Resonac e Ignis anunciaron ayer que ultiman un plan industrial conjunto que se asentará en esos terrenos. Ambas empresas presentarán “en los próximos días” una propuesta para adquirir la totalidad de la unidad productiva. Su objetivo es utilizar los 251.000 metros cuadrados para construir una fábrica de grafito destinado a baterías de vehículos eléctricos, que pondrá en marcha Resonac y que ocupará 200.000 metros cuadrados, y una planta de hidrógeno que impulsará Ignis en los 50.000 restantes.

Ambas compañías explicaron que la compra de los terrenos, contiguos a la fábrica de electrodos de grafito de Resonac, posibilitará “el aprovechamiento del 100% de la superficie disponible”.

“Vamos a presentar una oferta importante y significativa por la totalidad de los activos ociosos del polígono de Agrela, contiguos a nuestra fábrica de A Coruña, ya que seguimos con nuestro plan industrial de expansión de nuestra actividad actual, de fabricación de electrodos de grafito, así como de otras posibles inversiones que sean relevantes para el grupo Resonac”, señaló el responsable regional de la compañía, César Castiñeira.

La oferta conjunta de ambas firmas llegará cuando se han agotado las tres primeras fases del proceso de liquidación de Alu Ibérica que ha supuesto pasar de un precio inicial de la fábrica no inferior a los 125 millones a los 45 con los que se cerró la última etapa y que es el montante al que asciende la deuda de la compañía. La primera fase arrancó en septiembre cuando la jueza abrió el plazo para la presentación de ofertas para su compra. En esta etapa, el precio era igual a la mitad del valor de la unidad productiva (suelo e instalaciones), que estaba valorada en 250 millones. Es decir, el administrador concursal pedía 125 millones. El plazo era de dos meses. El 2 de noviembre terminó esta primera etapa sin ninguna proposición. Ese mismo día arrancó la segunda. En esta ocasión, el precio se rebajó en 50 millones hasta los 75. De nuevo, no hubo ningún interesado, por lo que se abrió la tercera. Esta vez, la cuantía de las propuestas no podía ser inferior al importe al que asciende la deuda de la empresa: 45,1 millones. Tampoco hubo ofertas.

La forma de encarar la liquidación de la planta de Alu Ibérica en A Coruña en cuatro fases, diferente a la de Avilés, en la que solo ha habido una, ha provocado, según explican fuentes del proceso, que no se realizase ninguna oferta en las tres primeras etapas, y sí al final, cuando el precio se ha reducido en dos tercios.

Las mismas fuentes explican que por su tamaño, situación y vecindad, Resonac era la única que podía hacer una oferta en firme y que estaba destinada a hacerse con los terrenos. Por eso, también ha esperado al final del proceso para realizar su propuesta ya que el coste de la inversión será menor. Aunque no ha trascendido el montante que ofrecerá, será muy inferior a los 45,1 millones con los que se cerró la tercera fase del plan de liquidación de Alu Ibérica.

Entre los planes de crecimiento de Resonac en A Coruña figuran, “de darse las condiciones apropiadas y contar con el apoyo de las Administraciones”, según asegura la empresa, la ampliación de su actual planta de Agrela con 10 nuevos edificios que se sumarían a los 34 actuales, y el estudio de viabilidad para la creación de una fábrica de grafito para ánodos de baterías para coches eléctricos. Supondría una inversión inicial de 100 millones que podría alcanzar los 400. La nueva planta tendría capacidad para producir 60.000 toneladas de grafito artificial que abastecerían a un millón de baterías de automóvil.

En cuanto a la de hidrógeno verde que plantea Ignis no ha trascendido ni la inversión ni su producción anual. Solo que ocupará 50.000 de los 251.000 metros cuadrados de los terrenos de Alu Ibérica. El pasado mes de agosto trascendió que Armonia Green Galicia, una compañía del grupo Ignis Energy Holdings, tenía previsto instalar en punta Langosteira una planta de producción de hidrógeno verde. Ahora, la duda es saber si continuará con ambos proyectos o desechará uno de ellos. El de punta Langosteira se quedó a finales del año pasado fuera del reparto de fondos del PERTE de hidrógeno verde al agotarse los 250 millones que estaban previstos.

Los trabajadores de la aluminera reclaman que les recoloquen en las nuevas plantas

“Nadie de la administración concursal se ha puesto en contacto con nosotros. Todo lo que sabemos lo conocemos a través de la prensa”. Son palabras del presidente del comité de empresa de Alu Ibérica, Juan Carlos López Corbacho, cuando se le pregunta sobre la oferta que Resonac e Ignis presentarán los próximos días para adquirir la totalidad de la fábrica de Agrela. “Todo se vuelve muy sospechoso. El 17 de febrero, el presidente de la Xunta acude a Resonac y asegura que esta empresa tiene interés en los terrenos de Alu Ibérica. El pasado jueves, termina la subasta de la factoría y no hay ninguna oferta. Y ahora sí hay una oferta. Esto viene a confirmar lo que ya pensamos: se está especulando con la venta de los terrenos y la Xunta y el Ministerio de Industria lo saben”, asegura. Una vez conocida la oferta de adquisición de ambas compañías, Corbacho reclama que les recoloquen en los nuevos proyectos. Ya sea en la fábrica de grafito o en la planta de hidrógeno renovable. “Las administraciones nos prometieron que en cualquier proceso industrial que se realizase en Alu Ibérica nos iban a recolocar. Las administraciones tienen ese compromiso con nosotros y lo tienen que cumplir”, reclama.

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