Un año y un día después de ser despedidos, los 303 extrabajadores de Alu Ibérica recibieron la buena noticia de que el Fondo de Garantía Salarial (Fogasa), finalmente, ha accedido a abonarles una parte de las indemnizaciones que les corresponde tras el cierre de la planta coruñesa. Lo anunció ayer el expresidente del comité de empresa, Juan Carlos López Corbacho, durante la enésima concentración que realizaron para denunciar la situación. Esta vez bajo el lema Alcoa, Gobierno, Xunta, cumplid en la que cortaron el tráfico en la calle Juan Flórez frente a la oficina del administrador concursal.
Los exempleados de la aluminera no recibirán todo el finiquito que les corresponde, ya que el despido fue colectivo, por lo que el límite que abonará el Fogasa será de 20 días por año trabajado.
El organismo podrá pagar una indemnización máxima equivalente a un año del salario, sin que en ningún caso pueda superar dicho importe el doble del salario mínimo interprofesional (incluyendo las pagas extraordinarias), que en este año es de 30.240 euros al año. Es decir, los extrabajadores de Alu Ibérica no recibirán más de 30.000 euros del Fogasa. “Esto sería para aguantar algo más de tiempo luchando y reivindicando soluciones”, apuntó Corbacho. El acuerdo que firmaron con Alcoa en la primavera pasada estipulaba que iban a cobrar 60 días por año trabajado sin límite de años y 10.000 euros lineales
El paro se les acaba en seis meses. Cuando fueron despedidos, la plantilla estaba inmersa en un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) desde noviembre de 2021. Y desde entonces han pasado 18 meses. Sobre los plazos para el pago de las prestaciones por parte del Fogasa, la normativa establece tres meses a contar desde la presentación de la solicitud.
