El juez decidirá sobre el finiquito en Alu Ibérica tras descartarse el acuerdo en el acto de conciliación

El Fogasa ha comenzado a abonar parte de las indemnizaciones | Los extrabajadores critican que sigan sin tener información

Trabajadores de Alu Ibérica, ayer delante de la fábrica en Agrela. |   // VÍCTOR ECHAVE

Trabajadores de Alu Ibérica, ayer delante de la fábrica en Agrela. | // VÍCTOR ECHAVE / Manolo Rodríguez

Manolo Rodríguez

Manolo Rodríguez

El día de ayer, 20 de junio, estaba marcado en rojo en el calendario de los más de 300 extrabajadores de Alu Ibérica en A Coruña. La sala de lo Social del Tribunal Supremo en Madrid celebró la vista del recurso presentado por un grupo de 14 antiguos trabajadores de la compañía contra el acuerdo entre Alcoa y la plantilla por el cobro de las indemnizaciones. Pero antes se celebró un acto de conciliación entre las partes con el objetivo de intentar llegar a un acuerdo extrajudicial. Sin embargo, no hubo pacto y se celebró la vista. Duró casi cuatro horas y contó con la presencia de siete abogados: uno por parte de los demandantes, otro por parte de Alcoa y otros cinco por cada uno de los sindicatos presentes en el antiguo comité de empresa. Será ahora el juez el que decida. La previsión es que dice sentencia en el próximo mes y medio, ya que agosto es inhábil.

Coincidiendo con el acto de conciliación y la posterior vista en el Tribunal Supremo, los extrabajadores de Alu Ibérica volvieron a concentrarse, esta vez delante de la planta en Agrela, donde cortaron dos de los tres carriles de la vía. Minutos antes de comenzar la concentración, el expresidente del comité de empresa, Juan Carlos López Corbacho, adelantó que el Fogasa había comenzado a pagar parte de las indemnizaciones a los exempleados. “Se está recuperando una situación que era injusta porque somos trabajadores como otro cualquiera”, aseguró.

En cuanto al futuro de la planta, los exempleados continúan sin saber nada. “No tenemos ninguna información, que ya es una normalidad aberrante, que las administraciones no nos estén dando ninguna pauta de lo que está pasando en la planta en este momento. Volvemos a denunciar la auténtica desidia, la auténtica inanición tanto de la Xunta como del Ministerio de Industria”, se quejó Corbacho.

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