Hijos de Rivera recorta sus beneficios un 11% tras no subir los precios a sus clientes al mismo ritmo que sus costes

La empresa coruñesa rebaja sus ganancias de 94,9 a 83,9 millones el no encarecer sus cervezas

La facturación crece un 18% y supera por primera vez los 700 millones

Manolo Rodríguez

Manolo Rodríguez

“No hemos querido incrementar los precios al mismo ritmo que han crecido nuestros costes”. Esta frase del presidente ejecutivo de Hijos de Rivera, durante la presentación de resultados de 2022, que se celebró ayer en el Museo de Estrella Galicia (MEGA), resume lo que fue el año económico de la corporación gallega. Y esa frase explica por qué la compañía ha reducido sus beneficios de los 94,9 millones de 2021 a los 83,9 del pasado ejercicio. Un 11,5% menos. “Es lo que tocaba. No hemos querido incrementar nuestros precios al mismo ritmo que aumentaban nuestros costes y eso ha hecho que el beneficio haya sido menor que el año pasado”, explicó el máximo responsable de la corporación coruñesa.

“Lo que hicimos fue amortiguar esa subida. Vimos que nuestros clientes, en el ámbito de la hostelería, están muy tocados después de la pandemia y otro golpe no sería muy adecuado”, insistió Rivera, que reconoció que sus costes de producción se habían incrementado un 50% en 2022. “Un año terriblemente intenso. Un año complicado”, se encargó de recordar. “Y como consecuencia de que no hemos querido repercutir esa subida brutal de costes que hemos tenido han bajado los beneficios”, apuntó.

El resto de las cifras fueron mejores y crecieron a doble dígito. “Trabajamos con el objetivo, el sueño, de alcanzar los 1.000 millones en ventas”. Esta aspiración la exteriorizó en voz alta en mayo del pasado ejercicio el máximo responsable de Estrella Galicia, durante la presentación de resultados de 2021. Un año después, el sueño aún no se ha cumplido, pero la compañía coruñesa cuenta con todos los mimbres para lograrlo en un futuro cercano. 

Las ventas no alcanzaron los 1.000 millones con los que sueña Rivera. Se quedaron en los 724, tras incrementarse un 18%. Pero si todo marcha según el plan previsto por la multinacional gallega, sobre todo con la apertura de las dos plantas que prevé tener operativas en Arteixo y en Brasil en el plazo de dos años, el sueño de los 1.000 millones de facturación está muy cercano. “Cada vez que cambiamos la primera cifra nos tomamos unas cervezas y con la facturación cada vez estamos más cerca de tomarla”, reconoció. “La facturación ha dado un salto importante. Un buen crecimiento superior a la media”, sentenció.

Aumentaron las ventas y también lo hicieron los litros de cerveza vendidos: 494 millones. “Estamos a punto de tomarnos otra cerveza para celebrar que pasamos de los 500 millones”, bromeó el presidente ejecutivo. El crecimiento con respecto al año anterior también fue de doble dígito: un 10%. Una subida similar al otro gran producto que vende, las aguas, que pasó de 189 a 217 millones de litros despachados. Un 14% más. “En las aguas ha sido un buen año. Hemos dado un salto importante”, resumió.

Rivera también destacó que la multinacional cuenta con 34 empresas en diferentes sectores; genera 51.700 empleos directos e indirectos en España y aporta 2.416 millones de euros a la economía española, un 42% más que el año anterior. “Nuestra actividad supuso el 1% del producto interior bruto de Galicia”, recordó. 

Respecto al balance del primer semestre de 2023, el presidente ejecutivo de la corporación reconoció que “se está comportando bien” y tiene “buenas expectativas”. “Vamos a tener un año mejor que el anterior y el objetivo es recuperar los niveles de 2021”, apuntó. “Se nota que la gente no está encerrada en casa. La Semana Santa ha sido buena y el verano huele muy bien”, avanzó.

Sobre la internacionalización de la compañía —ya está presente en 76 países— reconoció que es “muy complicada” y es momento de construir “mercados sólidos” con “sentidiño”. “Estamos en un 10% de exportaciones”, puntualizó. Europa y América son la gran apuesta. En Asia siguen avanzando y en África están estudiando el mercado, reconoció. 

Retrasa hasta 2025 la apertura de la planta en Brasil para terminar el próximo año la fábrica de Morás

Hijos de Rivera se apoya en la palanca de las dos fábricas que tiene previsto poner en marcha a corto plazo para incrementar su producción, y con ella, las ventas y los ingresos, y, de paso, reforzar la internacionalización de la empresa, que está ya presente en 76 mercados. Pero ha habido un cambio del plan previsto. El objetivo marcado por la compañía era tener en funcionamiento la de Morás para antes del verano del próximo año y la de Brasil para finales de este ejercicio. El plazo de la primera no ha cambiado, pero sí el de la segunda, que se retrasa a 2025 para centrar todos sus esfuerzos en la nueva planta que construye en Morás.

Tenemos que tener lista la fábrica de Arteixo para 2024 porque de lo contrario tendríamos un problema con la producción de cerveza. Hemos priorizado todos los pedidos para Morás”, explicó el presidente ejecutivo de la corporación, Ignacio Rivera, que insistió en que ahora “la prioridad es la planta de Arteixo”. “Si nosotros no tenemos lista la fábrica de Morás para 2024, estamos con un problema grave de oferta para nuestros clientes”, reconoció para añadir a continuación que afrontarán en 2025 el proyecto de Brasil, “que está creciendo y lo estamos desarrollando bien”.

Para llevar a cabo la construcción de las dos fábricas, Hijos Rivera acometerá “el mayor esfuerzo inversor” de su historia. “Una auténtica locura”, resumió el máximo responsable. Entre 2022 y 2024, la multinacional coruñesa prevé invertir 453 millones, 153 ya los ha gastado el año pasado, sobre todo en la planta de Arteixo. Son más del doble de los 67 del ejercicio anterior. Y los otros 300 se invertirán durante este año —en el que todos los esfuerzos están destinados a terminar la fábrica de Arteixo porque la demanda de sus cervezas comienza a ser superior a su actual producción— y el próximo.

La plantilla aumentará un 30% en 2023

Pocas empresas pueden presumir de incrementar su plantilla en un 30% en un año. Ignacio Rivera lo anunció ayer. Serán más de 400 personas las que se incorporen al grupo durante este ejercicio. Detrás de este incremento están, sobre todo, los trabajadores que se están incorporando a la nueva fábrica que abrirá el próximo año en el polígono de Morás. Las contrataciones ya han empezado porque “hay que formarlos”. La compañía suele fichar a un centenar de personas cada año. En este ejercicio, ese número se va a multiplicar por cuatro. La cervecera cerró 2022 con 1.573 trabajadores en plantilla, un 8% más. Por lo que este año superará, por primera vez, los 2.000 empleados.

Atentos a los cambios de hábitos

Preguntado Ignacio Rivera por los estudios que señalan que los jóvenes menores de 25 años tienden a beber menos alcohol, reconoció que se trata de una “tendencia clara”. Tanto beber menos alcohol como beberlo de mayor calidad. Por eso ya se están lanzando al mercado cervezas con menor graduación. Y por ello, también, la multinacional coruñesa está “estudiando ese cambio de hábitos” y “en el futuro” ofertarán más productos sin alcohol. “Este año va a ser importante en este aspecto”, reconoció.