Los trabajadores de ambulancias toman Santiago para reclamar “un convenio digno”

Amenazan con la huelga indefinida si no hay acuerdo en la reunión de la mesa de negociación prevista para esta semana, aunque señalan que es pronto para dar fechas

Los trabajadores de ambulancias reclaman “un convenio digno”

Javier Rosende Novo

Mateo Garrido Triñanes

Los trabajadores y trabajadoras de las ambulancias gallegas tomaron durante la mañana de ayer las calles Santiago de Compostela en una manifestación con la que buscan reclamar a la patronal “un convenio digno, cuya negociación tras dos meses continúa paralizada”, así como a la Administración autonómica que tome cartas sobre el asunto, dirigiendo las negociaciones para que lleguen a buen término, o directamente, asumiendo la gestión directa de un servicio que se encuentra externalizado mediante subcontratas.

La convocatoria, a la que respondieron cientos de trabajadores llegados de las cuatro provincias gallegas, y los ánimos estaban caldeados pues el sector lleva ya semanas de protestas, con paros en las jornadas del jueves y el viernes de la pasada semana así como las ya convocadas para los próximos 19, 20 y 21 de julio.

Las centrales sindicales convocantes –CIG, CCOO, USO y UGT– denuncian que tras “cuatro o cinco reuniones con la patronal no ha habido ningún tipo de avance”. Tampoco en el encuentro mantenido esta misma semana con la Consellería de Sanidade que según explican los sindicatos “ha venido a decir que las reivindicaciones que nosotros defendemos de ninguna manera se van a producir”.

Es por ello que tanto Daniel Vázquez, de CCOO como Jesús Pastoriza, de la CIG, han señalado en declaraciones para este periódico que en caso de no alcanzar un acuerdo tanto con la patronal como con la Administración autonómica en la mesa de negociación prevista para esta semana, el conflicto laboral se encaminará hacia una huelga indefinida para la que según han señalado “es todavía pronto para poner fecha”.

Con consignas como “patronal culpable, Xunta responsable” o “ambulancias en loita por un convenio digno”, los trabajadores reivindicaron una subida salarial vinculada al IPC, así como una reducción en las cargas de trabajo que se vieron incrementadas desde la crisis sanitaria de la COVID, sin aumentar los medios materiales, ambulancias, ni los recursos humanos lo que supone en palabras de los sindicatos, que el sector esté “infradotado”.

Una situación que según denunciaba alguno de los manifestantes está generando en los trabajadores “cuadros de ansiedad derivados de un muy alto nivel de estrés laboral” o que no puedan hacer pausas durante las jornadas “ni para comer”.

Los sindicatos no entienden, en este sentido, como la Xunta se pone de perfil en un conflicto que no afecta únicamente a los trabajadores sino también al propio servicio que se le está ofertando a la ciudadanía.

A este respecto, el delegado de la CIG en estas negociaciones, Xesús Pastoriza quiso poner cifras sobre la mesa para poner de manifiesto que su sector es “o parente pobre da sanidade”, y como tal es tratada por Sanidade. “Segundo a Xunta de Galicia o orzamento para Sanidade en 2023 pasa dos 5.900 millónss de euros, para as ambulancias dedican 174 millóns, é dicir o 0,0036%”, denunció Pastoriza.

Por todo ello, tanto los sindicatos como los trabajadores que representan esperan que sus reivindicaciones sean escuchadas, no solo para que mejoren sus condiciones, si no también el servicio que ofrecen a la ciudadanía y como rezaba una de las pancartas “os héroes de 2020, deixen de ser os escravos de 2023”.

Comesaña descarta asumir la gestión del servicio y pide que no se dañen los vehículos

Mientras los manifestantes lanzaban sus consignas en las rúas compostelanas, el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña; se encontraba en el hospital vigués Álvaro Cunqueiro donde asistió al acto de presentación del nuevo Proceso Asistencial Integrado de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva del Pulmón (EPOC).

Desde allí, Comesaña señaló que el conflicto se encuentra “en la relación laboral entre patronal y trabajadores”, por lo que ya anunció que Sanidade no estudia ni se plantea asumir de forma directa el servicio. Así se lo trasladó a tanto al empresariado y a las centrales sindicales en una reunión el pasado martes, donde Comesaña señaló que su departamento “no podemos participar en las negociaciones ni en las discusiones, sólo trabajamos para garantizar el servicio”.

En este sentido, les demandó a los trabajadores que no atenten, en el marco de sus protestas, contra las ambulancias. A lo que ellos se comprometieron.