Blog del gobernador

El Banco de España confirma el probable final de las subidas de tipos del BCE

El gobernador de la entidad, Hernández de Cos, que también forma parte del consejo de gobierno del BCE, ha apuntado en su blog a un freno en la estrategia

El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, durante su intervención en el congreso anual de la Asociación Económica Europea, celebrado en Barcelona.

El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, durante su intervención en el congreso anual de la Asociación Económica Europea, celebrado en Barcelona. / MANU MITRU

Pablo Allendesalazar

El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha confirmado este miércoles que las subidas de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE) pueden haber tocado a su fin, como ya apuntó la autoridad monetaria el pasado jueves. "El análisis de la información disponible en este momento sugiere que el nivel de tipos de interés actual, si se mantiene durante un período lo suficientemente largo, sería coherente, en términos generales, con alcanzar nuestro objetivo de inflación del 2% a medio plazo (unos dos años)", ha sostenido. La autoridad monetaria aprobó la semana pasada una nueva alza de 0,25 puntos porcentuales, como lo que el tipo principal se sitúa ya en el 4,5% (el nivel más alto desde mayo de 2001), mientras que la facilidad de depósito (la tasa más relevante en el actual contexto) alcanza un máximo histórico del 4%.

El gobernador, que forma parte del consejo de gobierno del BCE, ha añadido que esta es "también la visión actual mayoritaria de analistas y mercados financieros". Así lo ha mantenido en un nuevo blog creado por el Banco de España para "acercar" su trabajo a la sociedad. El alto funcionario español es considerado uno de los consejeros del banco central más preocupado por el impacto de las subidas de tipos en la economía (conocidos como 'palomas' en la jerga del sector), frente a aquellos partidarios de una política monetaria más estricta para combatir la inflación ('halcones').

De hecho, el mensaje de Hernández de Cos ha dejado menos espacio para futuras subidas de tipos del que lanzó la presidenta del BCE, Christine Lagarde, el pasado jueves: "¿Está la puerta abierta o cerrada (a nuevas subidas)? Hay una hermosa obra de teatro de (Octave) Mirbeau en la que se dice que una puerta solo puede estar cerrada o abierta, pero eso es teatro". La alta funcionara francesa, así, subrayó que su organismo considera suficiente el nivel al que ha elevado los tipos, pero en función de su análisis sobre la situación actual. Es decir, que si dicho análisis cambia, podría variar también el precio del dinero. "No estamos diciendo que estemos ahora en el pico (de la subida de tipos)", remachó.

Razones para parar

El máximo dirigente del Banco de España, en cambio, ha puesto el énfasis en las cuatro razones que le hacen concluir que el nivel actual de tipos es suficiente. En primer lugar, ha esgrimido que el endurecimiento de la política monetaria se está transmitiendo "con fuerza" a las condiciones del crédito, más que en episodios pasados y con una "parte significativa" del impacto aún por llegar (cada subida de tipos tarda entre 18 y 24 meses en desplegar todos sus efectos). 

En segundo lugar, ha recordado que el crecimiento económico de la eurozona se estancó en la primera parte del año, una debilidad que se ha extendido al tercer trimestre y a todos los sectores de la economía, si bien el empleo se ha mantenido "vigoroso". De hecho, ha subrayado, el BCE han rebajado "significativamente" sus proyecciones de crecimiento económico: ahora estima un PIB en la unión monetaria a finales de 2025 un 1% inferior al que calcularon en junio. 

En tercer lugar, ha destacado que los indicadores de la inflación subyacente (sin los más volátiles precios de la energía y los alimentos) se han reducido en los últimos meses. "Los salarios, que van recuperando progresivamente poder adquisitivo, y los márgenes (empresariales), que se han desacelerado tras los elevados crecimientos de 2022, también se han comportado del modo previsto. Las expectativas de inflación a medio plazo se mantienen, asimismo, ancladas en torno al 2%. Todo ello nos hace ganar confianza en la reducción de la inflación que anticipan los expertos del BCE, quienes la sitúan en el 2,1% en 2025, cerca de nuestro objetivo", ha argumentado. la esperada, como la posible reaparición de presiones alcistas sobre la energía y los alimentos o mayores incrementos de los salarios o los márgenes empresariales. Pero otros factores podrían acelerar su caída, como un mayor debilitamiento de la demanda o una transmisión más intensa de la política monetaria.