La Audiencia Nacional impone a Sousa y a la vieja Pescanova el pago de casi 240 millones

El Alto Tribunal ejecuta sentencia, con las modificaciones del Supremo, por la quiebra de la compañía | Da 20 días para satisfacer la responsabilidad civil

Lara Graña

La vieja Pescanova tenía un valor en Bolsa de 500 millones horas antes de trascender que era insolvente. El batacazo atrapó a miles de ahorradores, bancos y entidades de inversión, que ahora están más cerca de recuperar parte de sus pérdidas. La Audiencia Nacional acaba de emitir el decreto de ejecución de sentencia del caso Pescanova, en el que mandata el pago de cerca de 240 millones en concepto de indemnización por responsabilidad civil. Un importe que habrán de satisfacer de forma solidaria dos únicos actores: la propia sociedad anónima (la antigua pesquera) y su expresidente Manuel Fernández de Sousa-Faro.

En el fallo de primera instancia, dictado por la Audiencia Nacional, se condenaba a BDO Auditores y a su socio director Santiago Sañé por contribuir a la quiebra de la compañía. Fue toda una victoria para los afectados por esta quiebra, teniendo en cuenta que solo BDO tuvo que consignar algo más de 45 millones para pagar indemnizaciones. Pero la auditora y Sañé fueron exonerados el pasado mes de febrero por el Supremo, así que ahora esos 240 millones corresponden en exclusiva al empresario y a vieja Pescanova. Tienen 20 días para hacerse cargo, bajo apercibimiento de sanción, o para “comunicar al juzgado competente el inicio o la voluntad de iniciar negociaciones con acreedores” en caso de ser insolventes. Para abonar las multas tienen menos tiempo: cinco días para que Sousa aporte 35.000 euros (por los delitos de falsedad de cuentas anuales, falseamiento de información económica-financiera y alzamiento de bienes) y dos semanas para Pescanova SA haga lo propio con otros 21.600 euros. También deberán sufragar las costas del procedimiento.

Fernández de Sousa entró en prisión el 18 de abril. A él se le han retirado los 4,651 millones que trató de evadir a China cuando ya estaba imputado por la quiebra de la pesquera. Esta ha sido su contribución a las indemnizaciones y no es previsible que aporte mucho más. Al inicio de la instrucción, Sousa únicamente enumeró como patrimonio personal una cuenta corriente con 4.007,62 euros, una finca rústica en El Escorial, acciones en empresas (todas ahora sin actividad) y dos coches.

La salud financiera de Pescanova SA no es más boyante: es una mercantil sin actividad, que tiene el 0,34% de Nueva Pescanova (la que asumió todo el negocio) y que se nutre de los fondos que le aporta esta última. De todos modos, siempre ha trasladado que Nueva Pescanova heredó lo bueno y lo malo de la empresa, incluidas las eventuales indemnizaciones. Como las que acaba de ordenar pagar la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional.

Con quita o sin quita

La cuestión ahora es si a la pesquera que preside José María Benavent le toca desembolsar 240 millones de euros, para lo que hay que tener en cuenta dos posibilidades, como destacan fuentes jurídicas expertas en materia mercantil. ¿Se trataría de un crédito concursal o un crédito contra la masa? Si es la primera opción, según la propia vieja Pescanova, habría que aplicarle “una quita del 97,5%”, como detalló en su informe semestral; si es la segunda, no es susceptible de que le sea aplicada ninguna quita y tendría que abonarse en su integridad. La diferencia es abismal: 238,147 millones (sin quita) o 5,95 millones (con quita).

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