Greenalia y P2X-Europe invierten 200 millones en Curtis para producir ‘efuel’ para la aviación

El proyecto de la firma coruñesa Greenalia junto a la alemana P2-X Europe para construir en el municipio coruñés de Curtis una planta para producir efuel como combustible destinado principalmente la aviación tendrá una inversión inicial de unos 200 millones de euros.

Así lo indicaron sus promotores coincidiendo con la visita a la planta de la conselleira de Economía, Industria e Innovación, María Jesús Lorenzana, quien indicó que la iniciativa “posiciona a Galicia en un contexto europeo, no solo en el uso de las energías renovables sino en la utilización de otro tipo de energías y procesos industriales al utilizar el hidrógeno verde y también CO2 en la producción de efuel”.

Ambas empresas reclamaron que su proyecto Breogán para producir efuels para la aviación neutros en dióxido de carbono (CO2) sea clasificado como iniciativa empresarial prioritaria y subrayaron que “con el objetivo de agilizar todos los trámites para su puesta en marcha, se han dado ya los pasos para poder calificarlo como iniciativa empresarial prioritaria por la Xunta”.

Las dos compañías señalaron que está previsto que el proyecto comience a operar en 2027 y resaltaron que para ello “se necesita una tramitación ágil, garantizando toda seguridad jurídica y ambiental, pero que permita acelerar la puesta en marcha”.

El guante lo recogió María Jesús Lorenzana, quien avanzó que la Xunta pretende dar la “máxima celeridad a los trámites administrativos” con el fin de que “los proyectos industriales declarados estratégicos tengan garantizado un plazo máximo de tramitación de un año”.

Lorenzana explicó que además de los “objetivos de descarbonización”, es “fundamental acercar la industria a unos precios energéticos competitivos”, lo que ayudará a que las empresas instaladas en Galicia “se queden” y también para “atraer nuevas inversiones empresariales”.

Según la titular de Industria, el proyecto “responde a lo que tiene que ser la industria y la energía a día de hoy” y “va a contar con el apoyo de la Xunta desde el punto de vista administrativo, con celeridad y seguridad jurídica, y por supuesto en todo lo que tiene que ver con el desarrollo de las renovables en Galicia”. “Vamos a estar ahí desde el punto de vista legislativo y del desarrollo de la política industrial, energética y económica”, garantizó.

Esta instalación es, según las dos empresas impulsoras, “fundamental en este proyecto, puesto que de la captura de su CO2 biogénico, junto con el hidrógeno verde, que se producirá en los terrenos anexos, se obtendrá crudo sintético”. “Estamos ante una apuesta muy ambiciosa para la descarbonización de la economía en Galicia, que, además, permitirá generar un ecosistema altamente innovador en el entorno”, destacó Manuel García CEO de Greenalia, quien apuntó a un “proyecto tractor que generará empleo de calidad” y que “tendrá su impacto económico en este entorno, eminentemente rural”.

Según los datos de la Xunta, la planta presentada ayer, en su primera fase, tendrá una inversión de 200 millones y “contempla la creación de 40 empleos directos”.

Tanto para el desarrollo industrial de Galicia como para el proyecto de Greenalia y P2-X es determinante, según la conselleira, la “actualización de la planificación eléctrica”.

Para este proyecto, de hecho, será necesario ampliar la subestación de la firma siderúrgica galega Sidegasa en el municipio de Curtis.

La instalación se abastecerá de hidrógeno verde

Greenalia y P2X sellaron su alianza el pasado mes de mayo para producir hidrocarburos sintéticos a gran escala. “El resultado de este proceso innovador será la producción de 11.000 t/año de H2 verde procedente de fuentes renovables que junto a la captura anual de 70.000 toneladas anuales del CO2 biogénico, producirá en torno a 20.000 toneladas de crudos sintéticos listos para ser refinados a efuels o ceras sintéticas para la industria química y farmacéutica”, destacaron los impulsores de la planta. El proyecto, diseñado para generar hidrocarburos sintéticos que sirvan de materia prima para convertirlos en combustibles no fósiles, está destinado “esencialmente a la aviación y al desarrollo de ceras de alto valor para la industria química”, según explicaron sus promotores en la presentación de la iniciativa en mayo pasado, y precisaron ahora que esperan generar 40 empleos directos. Las instalaciones se abastecerán de hidrógeno producido a partir de fuentes de energía renovables —eólica y solar— y de CO2 biogénico obtenido directamente de la planta de biomasa de Greenalia en Curtis-Teixeiro.