¿Por qué el Estado quiere regresar a Telefónica?

La ‘teleco’ volverá a tener participación pública dos décadas después de que culminase su privatización

Vista de 
la sede central 
de Telefónica
 (Madrid).  | // E. P.

Vista de la sede central de Telefónica (Madrid). | // E. P. / sara ledo

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El Consejo de Ministros aprobó el martes la entrada del Estado en Telefónica al ordenarle comprar el 10% de la compañía con el que se convertiría en su principal accionista. Volverá, así, la teleco a tener participación pública dos décadas después de culminar su privatización y lo hará, además, en el año en el que cumple cien años de su nacimiento. Un centenario que se prevé movido en la sede central de una compañía que lleva esas dos décadas privatizada apoyada por dos grandes accionistas: BBVA y La Caixa (con permiso de Blackrock, que tiene una participación relevante) y a quienes, en cuestión de tres meses, van a adelantar en influencia (y duplicar en capital) dos empresas públicas, la operadora saudí STC Telecom y la Sociedad Estatal de Participación Industrial, SEPI. En todo caso, el movimiento de SEPI coloca al Gobierno en disposición de avanzar en un núcleo duro español de accionistas en el seno del consejo de administración de la operadora ante decisiones estratégicas.

E ¿Qué ha provocado el anuncio del Gobierno? El anuncio de la operadora saudí STC Telecom de adquirir el 9,9% del capital de Telefónica el pasado 5 de septiembre provocó un autentico huracán en el seno Ejecutivo —“le he dicho a Calviño que no podemos consentir que esta operación continúe”, dijo la vicepresidenta Yolanda Díaz tres días después del anuncio desde Roma—. La entrada saudí fue toda una sorpresa, tanto para la empresa como para el Gobierno español. Ambos defienden que conocieron las intenciones de STC Telecom prácticamente al mismo tiempo que se hicieron públicas, lo cual suscitó recelos sobre las intenciones de los saudís.

E ¿Cómo se hará la compra? Fuentes de la SEPI explican que el Consejo de Administración de este organismo público deberá reunirse para asumir el mandato del Consejo de Ministros e, iniciar, entonces, las actuaciones pertinentes para ejecutar la operación, aunque todavía se desconoce en qué fecha. Entre las acciones a poner en marcha se incluye la contratación de “un asesor financiero y un intermediario en bolsa” para la compra de las acciones, “como es habitual en estas operaciones”. La adquisición se realizará “en el menor tiempo posible” aunque “minimizando el impacto que pueda tener en la cotización de la compañía”, añaden las mismas fuentes, de lo que se puede extraer que la compra del 10% del capital se realizará directamente en el mercado (sin adquirir un paquete de alguno de los grandes accionistas actuales) y de forma gradual, para evitar grandes efectos en su valor bursátil. El coste de esta participación podría ascender a unos 2.000 millones de euros, según fuentes del mercado.

E ¿Para qué sirve la entrada del Estado? La entrada del Estado español en Telefónica es una forma de neutralizar la incursión de la compañía del rey árabe Mohammad bin Salmán en el seno de una empresa que se considera “estratégica” para España y sus intereses. Pero, además, “permitirá proporcionar a Telefónica una mayor estabilidad accionarial”, según se explica el comunicado enviado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Al adquirir el 10% del capital, al Estado (a través de la SEPI) le correspondería un asiento en el Consejo de Administración de Telefónica, el órgano de poder sobre la toma de decisiones de la empresa.

E ¿Cómo lo justifica el Gobierno? La vicepresidenta primera y ministra de Economía, Nadia Calviño, ha añadido a estos dos motivos de garantizar los intereses del país y la estabilidad de su accionariado, un tercero, el de alinearse con “otros países europeos” que “mantienen o están incluso incrementando su participación pública en los grandes grupos de telecomunicaciones”.

E ¿Por qué Telefónica es una empresa estratégica? Telefónica es considerada no solo como una empresa estratégica, sino que en palabras de la vicepresidenta Nadia Calviño es “la empresa más estratégica de España”, por su presencia “en el ámbito de las infraestructuras de telecomunicaciones y en el ámbito de la innovación tecnológica”, así como por su peso “en el ámbito de la seguridad y la defensa”.

E ¿Qué dice Telefónica? En los últimos tres meses han sido contados los momentos en los que la operadora española se ha pronunciado sobre la adquisición saudí o sobre la compra de acciones del Estado español. Menos aún su presidente, José María Álvarez Pallete, que conseguía celebrar su primer Capital Markets Day en una década un mes después del anuncio de STC Telecom sin hacer alusión alguna a la operación, al menos, públicamente.

Sánchez defiende la entrada en la compañía: “Es una operación estratégica”

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, defendió ayer la participación del Estado en Telefónica, que calificó de “operación estratégica” relacionada con la defensa y la ciberseguridad en su primera intervención pública tras la orden del Consejo de Ministros a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) de adquirir el 10% del capital de la compañía. La operación, valorada en unos 2.000 millones de euros, “tiene que ver con la transformación digital, tiene que ver con que ahora mismo las telecomunicaciones están íntimamente vinculadas con la seguridad, con la defensa, con la ciberseguridad y con el desarrollo de toda la economía digital, en la que están inmersas las economías particularmente occidentales”, insistió en una entrevista en Rac 1.

Sánchez recordó, como han venido haciendo todos sus ministros desde que el martes se hizo pública la noticia, que en países como Alemania, Italia y Francia sus Estados también tienen una “participación significativa en estas operadoras de telecomunicaciones” y aseguró que la iniciativa española es una buena operación que ha sido entendida por los mercados, en referencia a la buena reacción en la bolsa.