Galicia renquea en productividad: 3,2 puntos inferior a la media española y 13,5 a la europea

El predominio de las micropymes y la baja tasa de innovación son dos de las causas de que la comunidad sea la novena en una variable determinante para garantizar el crecimiento sostenible a largo plazo de la economía

J. Cuartas / M. Rodríguez

La productividad de la economía gallega (medida en euros por hora trabajada) se sitúa en el 96,8% de la media española y en el 89,1% del promedio de la Unión Europea, según un estudio de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) y el Consejo General de Economistas (CGE). Galicia se sitúa así en el noveno puesto entre las diecisiete comunidades autónomas, en un ranking que lideran País Vasco, Madrid, Navarra, Cataluña, La Rioja y Baleares por este orden. España tampoco destaca por su virtud en el contexto europeo: la productividad española apenas alcanza el 89,3% de la media de la UE.

Galicia renquea en productividad: 3,2 puntos inferior a la media española y 13,5 a la europea

Galicia renquea en productividad: 3,2 puntos inferior a la media española y 13,5 a la europea / L. O.

La productividad es una variable clave para garantizar el crecimiento sostenible a largo plazo de la economía, el bienestar de la población y la mejora del nivel salarial. Que en Galicia la productividad relativa real diste 3,2 puntos porcentuales del promedio nacional y 13,5 del europeo tiene una particular incidencia, al igual que ocurre en el resto de las regiones envejecidas y con regresión demográfica.

Esto es así porque el aumento del producto interior bruto (PIB) se logra bien con una mayor utilización de los factores de producción, como la mano de obra y la inversión, o con un uso más eficiente y un mayor rendimiento de los recursos disponibles. Y el PIB per cápita es la resultante de la productividad (PIB generado por cada ocupado), la tasa de ocupados sobre población activa y el peso de la población activa en relación a la población total.

Con la cuarta menor tasa de ocupación (ocupados respecto a la población en edad de trabajar) del país, situada en el 48,3% frente al 52,1% de promedio estatal, y la segunda tasa de actividad más baja (personas en disposición de trabajar, estén ocupados o parados, sobre la población en edad de trabajar) de las comunidades autónomas (53,2% frente al promedio nacional del 58,99%), la progresión del PIB per cápita gallego está mucho más suspeditada a la necesaria mejora de la productividad, en tanto que las tendencias demográficas son mucho más lentas de revertir.

Galicia es, además la tercera comunidad, tras Castilla y León y Asturias, con los trabajadores más envejecidos del país, según sendos estudios recientes realizador por Oxford Economics con la Universidad de Salamanca para el Centro Internacional sobre el Envejecimiento (Cenie) y por la Fundación Adecco. Esto implica que, salvo una fuerte inmigración, Galicia afronta un desafío de reemplazo de las huestes laborales a medio plazo. Y con una fuerza laboral decreciente, la productividad será aún más crucial para el crecimiento de la economía y de la prosperidad.

Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), Galicia aporta el 3,9% de la inversión española en actividades innovadoras, más de un punto por debajo de lo que representa la región en términos de PIB, y es la quinta comunidad con mayor porcentaje de empresas innovadoras (8,9%) en el segmento de las que tienen diez o más trabajadores.

El tamaño medio de las empresas es uno de los factores determinantes de la productividad. Se estima que una gran empresa duplica la productividad de una microempresa y una pyme mediana multiplica por 1,7 la de una micropyme, según una estimación que hizo años atrás el Círculo de Empresarios.

Galicia es la segunda comunidad con mayor peso de las microempresas (hasta 9 trabajadores) tras Extremadura (96,38% del total) y la cuarta (por detrás de Castilla-La Mancha, Extremadura, Asturias) con más empresas con menos de 50 empleos (99,5%). Por el contrario, es la tercera comunidad por el peso de las grandes compañías. Las que tienen más de 5.000 asalariados.

El componente que garantiza la progresión sostenible a largo plazo de la economía

Galicia, novena comunidad por la productividad de su economía, ocupa una posición muy similar (décima) en generación de PIB por habitante. En expresión muy genérica, el PIB equivale a la cifra de población multiplicada por la productividad. Si ambas renquean, la resultante no puede ser brillante. El valor añadido de las actividades predominantes es otro componente crucial. El avance del PIB se sustenta así sobre el crecimiento de la fuerza laboral, el incremento de la inversión y la mejora de la productividad. Pero de todos ellos, el determinante a largo plazo del crecimiento económico son las ganancias de la llamada productividad total de los factores, que es la que permite aumentar la riqueza generada en un mismo tiempo de trabajo, al margen de los factores productivos empleados, y que se suele interpretar como una aproximación a la medida del progreso técnico y también como un indicador de eficiencia en el aprovechamiento del trabajo y el capital. Se considera además que la productividad no sólo es la garante de un crecimiento sostenible a largo plazo, sino que es también la variable que puede respaldar un incremento de los salarios. Se suele decir que un territorio en el que crezcan los salarios sin que lo haga la productividad se verá abocado en algún momento a un ajuste, bien a través de la emigración o de la transferencia de rentas.

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