Entrevista | María Teresa Costa-Campi Catedrática Emérita de Economía de la Universidad de Barcelona

“El gallego es el mix energético de menos emisiones, no solo de España, sino de Europa”

“Galicia, con el diseño de su modelo energético, ya tiene un buen camino recorrido”

María Teresa Costa-Campi, en la sede de Greenalia en A Coruña.

María Teresa Costa-Campi, en la sede de Greenalia en A Coruña. / Casteleiro/Roller Agencia

Manolo Rodríguez

Manolo Rodríguez

María Teresa Costa-Campi es catedrática emérita de Economía y directora de la Cátedra de Sostenibilidad Energética de la Universidad de Barcelona. También fue presidenta de la Comisión Nacional de Energía entre 2005 y 2011. Ayer estuvo en A Coruña para dar una conferencia en la cátedra Greenalia-UDC. El título, Retos y oportunidades de la transición energética: fundamentos económicos, sustentabilidad y selección de inversiones. En su charla destacó que Galicia es una de las mejores situadas para encarar la transición energética.

Al hilo del título de su conferencia, ¿cuáles son las oportunidades de la transición energética?

Esas oportunidades van ligadas a nuevos sectores industriales vinculados a tecnologías que son las que han de permitir tener un mix energético no contaminante. Estamos hablando de toda la cadena de valor. Y esa cadena de valor afecta a industrias de todos los sectores. Obviamente algunas son intensas en energía y emisoras. Y como son absolutamente imprescindibles para la obtención del producto final lo que se plantea la Unión Europea, en este momento, es que no se produzca una ruptura en el proceso, que continúen trabajando, pero va a haber un despliegue muy importante de apoyos para que ese proceso de transformación se haga en el marco de la descarbonización y de la eliminación de esas emisiones. Por lo tanto, es una apuesta industrial muy importante, una industria muy innovadora, enfocada hacia el futuro.

En esta transición energética también hay víctimas. En A Coruña, las dos centrales de carbón que había en As Pontes y Meirama se han cerrado con la pérdida de empleos que eso supone.

Un proceso de transformación tan profundo y de carácter disruptivo en lo tecnológico y en el modelo productivo tiene ganadores. Generalmente pueden ser nuevos actores en el mercado o actores que han llevado a cabo un proceso de reconversión. Pero, junto a estos ganadores, hay también perdedores para los que el proceso de transición afronta con lo que se llama la transición justa, para la cual hay una bolsa de ayudas, tanto a nivel de grupos poblacionales, como de pequeñas y medianas empresas. Es cierto que hay perdedores, pero deben buscarse los mejores instrumentos para integrarlos en el nuevo modelo.

Galicia ha apostado por la descarbonización, tiene una capacidad de generación eléctrica, sobre todo renovable, de casi el 10% del total de España, cuenta con la planta de regasificación de Mugardos, hay más de media docena de proyectos de hidrógeno verde… ¿Está bien posicionada?

El mix tecnológico energético de Galicia es, sin duda, el de menos o de los de menos emisiones, no solo en España, sino a nivel europeo. Prácticamente no queda nada de carbón y aquí lo que hay es eólica, algo también de solar e hidroeléctrica. Y, por consiguiente, se sitúa en una posición muy buena. Y esa posición tiene tanto o más valor en la medida en que la generación sin emisiones se alcanza incluso sin nuclear, porque no la hay. Y esto es bastante novedoso. Podemos estar pensando en Dinamarca con una fotografía similar a la que puede tener Galicia.

El mix energético gallego, sobre todo en la parte de las energías renovables, ¿en dónde debería poner el foco? ¿Solar, eólica, eólica marina?

Galicia, siguiendo la trayectoria que ha venido trazando el diseño de su modelo energético, ya tiene un buen camino recorrido. Debería poderse alcanzar la finalización de todos los procesos iniciados para la nueva eólica terrestre, para también implantar fotovoltaica, y, obviamente, es un lugar estratégico para la eólica offshore.

¿Y el hidrógeno verde? ¿Hay que apostar por él?

El hidrógeno verde es un objetivo ya materializado, consolidado y con apoyo como proyectos de interés común. ¿Cómo podemos obtener el hidrógeno verde? Con excedentes de generación de energías renovables. Por lo tanto, Galicia tiene esta condición física y tecnológica para poder obtener ese hidrógeno verde.

El acierto de las inversiones energéticas por parte de los territorios será la llave para tener éxito en este proceso de transición. Y en ese apartado entran las administraciones públicas y las empresas privadas.

Todo este proceso de transición energética y ese nuevo modelo de desarrollo sostenible no es posible si no hay una cooperación público-privada. Y, por lo tanto, es un camino conjunto a recorrer entre ambos sectores y compartiendo intereses y objetivos. La dimensión del reto y el volumen de la inversión son tan elevados que las empresas solas no lo van a poder hacer por su cuenta ni tampoco el sector público. De ahí que haya cientos de miles de millones de euros desplegados desde la Unión Europea para abordar ese objetivo con aportaciones complementarias públicas y privadas a través de créditos.

¿Cómo conseguimos que encaje hacer compatibles los objetivos ambientales y de sostenibilidad con la garantía de suministro seguro y, a la vez, en un marco de precios razonables y asequibles para los usuarios.

No es tan complejo como parece. Vamos al tema de la seguridad de suministro. La seguridad de suministro siempre ha sido un objetivo y, además, se ha alcanzado, sea cual sea el mix tecnológico. El problema que se ha planteado, y ahora cada vez es menos difícil resolverlo, es que las renovables son menos previsibles que las tecnologías convencionales. Y esto conducía a ciertos interrogantes de cómo resolver de forma correcta y estable la demanda y, por lo tanto, la garantía de suministro. Esto ha llevado a que con la eliminación progresiva del carbón tengamos al gas como respaldo del suministro ante situaciones de no funcionamiento del viento y del sol.

¿Y la parte de los precios razonables y asequibles para los usuarios?

Los precios elevados se han producido por un problema de estrangulamiento de la oferta de gas como consecuencia de la invasión de Ucrania por Rusia. No por el hecho de que haya un aumento de energías renovables. Si tenemos una energía eléctrica en la que pueden intervenir determinadas fuentes de energía primaria que dependen de decisiones de carácter geopolítico es difícilmente controlable. El problema del gas se ha disminuido. Lo que ha sido un error para Europa es depender de soluciones bilaterales a través de infraestructuras de tubo. Eso es un disparate que lo ha pagado muy caro Alemania y otros países.

Y en los últimos días los precios de la electricidad están siendo muy bajos, y en algunas ocasiones en negativo.

En el momento en que estos insumos de energía primaria no están sometidos a estas tensiones, o no son tan fundamentales en la obtención de megavatios hora eléctricos, lo que ocurre en el mercado es que se hunde el precio de la electricidad y, por consiguiente, aquí se plantea otro problema, que ese sí que es un problema preocupante, y es que no se recupere la inversión en energías renovables, porque ahora estamos en precios negativos.

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