El consumo eléctrico en Galicia acaba con cinco años consecutivos de desplome

La demanda rebota un 3,4% en los primeros meses de 2024 | La atonía por el cierre de Alcoa, mayor eficiencia y el autoconsumo pone contra las cuerdas el despliegue renovable

Julio pérez

El Consejo de Ministros aprobó el pasado abril una modificación puntual del Plan de Desarrollo de la Red de Transporte de Energía Eléctrica en el horizonte 2026 para incorporar 73 actuaciones no previstas inicialmente en la hoja de ruta de refuerzo del esqueleto eléctrico español para “facilitar la materialización de proyectos estratégicos para la descarbonización de la industria, la producción de hidrógeno, la integración de energía renovable, o el apoyo a la cadena de materiales y tecnologías clave vinculadas a la transición ecológica”. El tan ansiado enganche de la planta de Stellantis Vigo a la red de 220 kilovoltios acaparó casi toda la atención por el nivel de inversión (72 millones de euros) y su transcendentalidad para el futuro del sector de la automoción en la comunidad, pero la inyección extra de casi 490 millones de euros reserva una partida mucho más pequeña de 14,6 millones de enorme repercusión para el bolsillo de los consumidores.

El Ministerio para la Transición Ecológica incorporó a la revisión extraordinaria de la planificación cuatro estabilizadores de tensión en las subestaciones de Abegondo, Silleda, Beariz y Olmedo para mitigar las consecuencias del aumento de la generación eléctrica por la expansión de las renovables en un momento de clara atonía en el consumo. “En los últimos meses la moderación de la demanda, derivada tanto del COVID como de los efectos de la guerra de Ucrania y del creciendo del autoconsumo, está dando pie a unas mayores necesidades de control de tensión, especialmente en la zona noroeste de la Península”, relata el departamento dirigido por Teresa Ribera. El sistema eléctrico funciona igual que unos vasos comunicantes. Demanda y producción deben estar en perfecto equilibrio para evitar los temidos apagones. “Estas necesidades están siendo atendidas mediante el mecanismo de solución de restricciones técnicas y el piloto de control de tensión”, explica, en referencia al apagado de parques eólicos en momentos en los que no es posible absorber toda su generación, “suponiendo unos costes sustanciales para el sistema”. Y dio una cifra: más de 100 millones de euros solo para el control de tensión en la zona de Galicia en los primeros cinco meses de 2023. En su revisión a la modificación puntual del plan, la Comisión Nacional de los Mercados de la Competencia (CNMC) elevó la factura en todo el pasado año a 600 millones, prácticamente el doble que en 2022 (372 millones), 2021 (347 millones) y 2020 (306 millones).

Además de las razones comunes a todo el país, Galicia suma un ingrediente adicional en la merma de la demanda. Alcoa es la mayor industria electrointensiva de España y el apagado de las cubas de electrólisis en 2022 explica en buena parte que ese ejercicio se desplomase el consumo eléctrico en la comunidad el 21,6%. Pero la decadencia en el consumo venía de antes: 8,9% de caída en 2019 y 5,6% en 2020 con la irrupción de la pandemia. El rebote en 2021 fue de solo el 0,8%. La demanda volvió a bajar en 2023 un 5%, aunque los primeros datos de este 2024 dejan entrever un cambio de tendencia o, al menos, el freno en los recortes.

En enero y febrero, según el balance que acaba de publicar Red Eléctrica, la demanda interna en Galicia ascendió a 2.441 gigavatios hora (GWh), un 3,4% más que en los dos meses de arranque del año anterior. El volumen de exportación fue incluso mayor: 2.530 GWh, la mitad de la generación. Otros 95 GWh se utilizaron en las centrales de bombeo.

La subida de la demanda coincide con un periodo de récord de aportación de las renovables en la comunidad.Las tecnologías verdes representaron casi el 90% del mix entre enero y abril por la fuerte contribución de la hidráulica, que alcanzó el 53% de la generación. Le sigue la eólica con alrededor de un tercio.

De la evolución de la demanda en el conjunto del país hay datos ya de todo el cuatrimestre. Acumula un incremento del 0,6% sobre el mismo periodo de 2023. El propio Gobierno, las empresas del sector y los expertos coinciden que la recuperación del consumo es vital para allanar el camino al músculo renovable y evitar que las franjas de precios a 0 en el mercado mayorista de la electricidad, el pool, se prolongue y acabe convirtiéndose en un desincentivador de la inversión en nuevas instalaciones.

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