Moncloa incluirá en los PGE de 2025 una reforma del gravamen a las energéticas

David Page / Iván gil

Moncloa se resiste a dejar caer el impuesto temporal a las grandes energéticas que creó para gravar los beneficios extraordinarios de las compañías generados por las subidas de precios durante la crisis energética, y cuya vigencia expira a final de este año. El Gobierno lo prorrogó hasta final de 2024 y anticipó su intención de convertirlo en permanente. La extensión del impuesto era uno de los puntos pactados entre PSOE y Sumar en su acuerdo de gobierno.

El plan del Ejecutivo pasaba cambiar el impuesto utilizando la ley de Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2024, pero finalmente renunció a presentar el proyecto legislativo por la imposibilidad de sacarlo adelante por la convocatoria anticipada de elecciones en Cataluña.

Sin embargo, el Gobierno no se resigna a dejarlo caer y está dispuesto a tratar de seguir con el plan de hacerlo permanente. El nuevo plan pasa por negociar con los grupos parlamentarios una reforma total del impuesto, mucho más ambiciosa, incluyendo cambios y nuevos incentivos para impulsar la transición energética y sumar el respaldo político necesario, según confirman fuentes gubernamentales oficiales a El Periódico de España, de mismo grupo editorial que LA OPINIÓN. Una reforma impositiva que se incluirá en el proyecto de PGE de 2025.

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