El BNG trata de sacudirse la mezcla de alegría y decepción que le generó un 18-F del que salen con el mejor resultado de su historia, con 6 diputados más que en 2020 hasta alcanzar los 25, pero el fracaso en el objetivo de lograr la Presidencia de la Xunta en el momento en que creían percibir al PP más débil, pues estrenaba candidato, Alfonso Rueda, y arrastraba la incapacidad de Feijóo de llegar a Moncloa.

Ana Pontón cambió ligeramente el discurso respecto a la noche electoral y apeló a rechazar la “decepción” porque el 18-F marca el camino hacia un cambio político “que está más cerca” y que, según insinuó, contará con ella de nuevo como mascarón de proa.

“Estoy con más ánimo y fuerza que nunca”, respondió a la pregunta directa de si lideraría la oposición gallega durante la legislatura que se va a abrir. En 2028, si se presenta como candidata, será su cuarta competición consecutiva.

Pontón presidió la reunión de la Executiva Nacional de la formación, que ahora dedicará los próximos días a analizar los datos electorales para detectar qué falló en la izquierda para que el PP lograse de nuevo mayoría absoluta y solo perdiese dos diputados para situarse en 40.

“No cumplimos nuestro objetivo y muchas personas están decepcionadas. Quiero decirles que no lo estén. Hay motivos para la esperanza. A veces hay cambios estructurales que llevan mucho tiempo”, alegó.

Ana Pontón junto a la alcaldesa de Santiago en la reunión del Consello Nacional del BNG. Xoán Rey

También declaró que la noche electoral evidencia que su fuerza carece de techo. “El BNG es la alternativa indiscutible al PP y la fuerza política capaz de disputarle la hegemonía”, cerró.