Encuesta electoral en Lugo: El pacto PSdeG-BNG mantiene sus opciones de gobierno en Lugo pese al auge del PP

El pacto entre socialistas y nacionalistas que ha gobernado la ciudad de Lugo durante los últimos cuatro años estaría en disposición de reeditarse otorgando a Lara Méndez la posibilidad de afrontar su tercer mandato como regidora de la ciudad. Entre los dos partidos alcanzarían justo trece de los 25 concejales en liza.

Pero el PP acecha y aunque registraría un notable crecimiento, no le alcanzaría para lograr la mayoría absoluta. Sus opciones de gobierno dependerían de que Vox y Ciudadanos logren finalmente entrar en la corporación municipal. Por su parte, tanto PSdeG-PSOE como BNG resisten y ambos partidos mantienen una estimación de voto muy similar a la registrada en las elecciones de hace cuatro años. Sin embargo, el quinto de los concejales nacionalistas estaría en juego con el duodécimo del PPdeG y el primero de C’s o de Vox, lo que podría decantar hacia qué lado cae la mayoría absoluta, si a la izquierda o la derecha.

La candidatura socialista que lidera la actual alcaldesa Lara Méndez cuenta con una estimación de voto del 26,1%, muy similar a la alcanzada en 2019 y que le valdría para conservar los ocho ediles que tiene ahora. En 2015, el PSdeG requirió el apoyo de Lugonovo y BNG, formaciones que auparon a Méndez como regidora tras conseguir la renuncia del candidato socialista y alcalde anterior, Xosé López Orozco, por su imputación en el caso Pokemon, del que finalmente salió absuelto.

Cuatro años más tarde, Méndez logró mantener el bastón de mando con un pacto de gobierno con el BNG que posicionó al candidato nacionalista —entonces y ahora de nuevo—, Rubén Arroxo, como teniente de alcalde.

Esta fórmula podría ser válida también en esta ocasión. La estimación de voto a la formación nacionalista mejora un punto en relación al resultado de 2019, con un 17,6%, lo que lo sitúa en una horquilla de cuatro a cinco ediles. Conservar ese quinto concejal será clave para mantener las opciones de gobierno del bloque de izquierdas. Si lo pierde, Lugo pasaría a manos del PP. La irrupción de la exalcaldesa de Mondoñedo, Elena Candia, en la política local lucense supondría un fuerte revulsivo para el PP, cuyo porcentaje de voto estimado crece cerca de diez puntos hasta el 41,7%. No obstante, esta victoria sería insuficiente, ya que la formación conservadora se movería en una horquilla de once a doce ediles, corta para alcanzar la mayoría absoluta de trece.

El competir por la alcaldía de Lugo es una apuesta personal de la propia Elena Candia, que además reúne una doble candidatura, ya que también aspira a presidir la Diputación lucense. Es la única presidenta provincial del PP en Galicia que disputa este doble frente, por lo que se juega mucho en clave interna sin verse forzado a ello. Si gana, reforzaría su papel como baronesa del PP, pero si queda apeada de las dos carreras, su influencia, por la misma razón, se vería muy rebajada a un año de la convocatoria de las elecciones autonómicas.

Las posibilidades de Elena Candia para recuperar para los populares una alcaldía que se les resiste desde 1999 pasarían por la posible consecución de al menos un edil por parte de Ciudadanos o de Vox, que en el rango más alto de su arco, posibilitarían la formación de gobierno, dando por supuesto que apoyarán a los populares.

Ciudadanos, que en los comicios de hace cuatro años se hizo con dos ediles con algo más de un 8% de los votos, perdería en esta ocasión como mínimo uno de sus concejales. La formación naranja contaría con un 4,8% de estimación de voto, rozando la proporción mínima de sufragios para optar al reparto de concejales (el 5%), por lo que se podría también quedar fuera. En la misma situación se encuentra Vox. La formación de extrema derecha obtiene una intención de voto del 4,9% y la posibilidad de hacerse con un edil. Ambas formaciones se mueven en el límite. Por su parte, tanto las candidaturas de Podemos como la de Contamos Galicia se quedarían lejos de alcanzar representación en el consistorio lucense.

Una gestión municipal con buena nota

Los lucenses no parecen descontentos con la gestión municipal. El 34,3% la califica de buena o muy buena, por un 25,4% que la suspende. En el medio, un 37,4% la califica de regular. La opinión es más negativa en cuanto a la actuación de la Xunta en Lugo: un 25,5% la define como mala o muy mala por un 24,1% que la ve buena o muy buena y un 40,7% que la considera regular. Esta apreciación de la gestión municipal se traduce en que un 76% de los lucenses conoce a la alcaldesa, Lara Méndez, y además aprueba su actuación, dándole una nota de 5,4 puntos. En segundo lugar figura el teniente de alcalde y cabeza de cartel del Bloque, Rubén Arroxo, con un índice de notoriedad del 68% y una nota de 5. A la candidata popular, Elena Candia, la declara conocer, según la encuesta, el 55,7% del electorado, pero la suspende en su gestión, pues solo le dan un 4,6 de nota sobre un máximo de 10. Olga Louzao, concejala por Ciudadanos en los últimos cuatro años, solo es conocida por el 28,3% de los lucenses y recibe un 4,4 de nota. El nivel de conocimiento popular de los demás no supera el 14%, pero en el caso de las candidatas de Podemos (María Jesús Rodríguez) y Contamos Galicia (Carmen González) reciben una aprobación de 5,7 puntos cada una.

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