El primer día de abril llovió en Galicia. El último también. En medio, ni una sola gota. Con esta ausencia de precipitaciones se registró un 83% menos de lluvias de lo habitual en el cuarto mes del año o lo que es lo mismo llovió seis veces menos de lo que es normal. Fue el mes de abril más seco desde que existen datos empatado con el del año 1982.

El promedio de lluvias durante abril se situó en 22 litros por metro cuadrado, una cifra muy alejada de los 120 de media, según el resumen del Informe climatológico de abril, de MeteoGalicia, que considera el pasado mes como "extremadamente seco".

En abril solo llovió en dos jornadas. La única en todo el mes en la que las precipitaciones fueron generalizadas fue la última, a la que se sumó la del día 1, que dejó chubascos aislados. Solo se recogieron esa jornada dos litros.

También fue un mes con temperaturas altas. Abril se caracterizó por la presencia muy frecuente de altas presiones localizadas en el Cantábrico, lo que hizo que apenas llegara alguna borrasca desde el Atlántico. Desde esa posición, el anticiclón propició la llegada de aire cálido procedente del sur de la península y del norte de África, por lo que las temperaturas estuvieron en general por encima de lo esperado. La anomalía de temperatura media fue de 2,3 grados, el cuarto valor más alto desde 1961, pero lejos de los 4,2 grados alcanzados en abril de 2011, el más cálido de la serie.

Y para rematar un mes anómalo, hubo fuertes heladas los días 27 y 28, debido a la llegada de una masa fría del norte y la ausencia de viento y noches despejadas.

Como consecuencia de la ausencia de lluvias la Xunta continúa con la prealerta por sequía que por primera vez activó en invierno ante el bajo caudal de ríos y embalses. Por su parte, los agricultores reclaman al Ejecutivo gallego medidas excepcionales ante el peor año de sequía. Y las heladas de finales de mes también provocaron estragos, sobre todo en los viñedos

La Xunta cuantificó en un 90% la pérdida de producción en la denominación de Monterrei, entre el 60% y el 70% en la de Valdeorras, el 30% en la de O Ribeiro y el 20% en la de A Ribeira Sacra. Los sindicatos cifran la cantidad de uvas dañadas en 16 millones de kilos que supondrán unas pérdidas de 72 millones.

Debido a la sequía también se perdió hasta un 30% de la producción de forraje en el primer corte de hierba. Y las heladas tampoco ayudaron a mejorar el panorama.

Los productores de patata esperan que llegue la lluvia cuanto antes para que crezcan los tubérculos que se están empezando a plantar. La cosecha de patatas tempranas, que se plantaron en febrero, se ha reducido a la mitad.

Y tras la borrasca que dejó ayer lluvias en toda la comunidad, vuelve el tiempo seco y los cielos despejados, al menos hasta el próximo martes. Galicia quedará hoy en una situación intermedia entre la borrasca ubicada en Azores y un anticiclón localizado en el Mediterráneo. Con esta situación, durante la mañana se esperan cielos nublados, que irán dando paso a cielos sin nubes. Las temperaturas mínimas sufrirán un moderado descenso, pero las máximas no tendrán cambios significativos tras la caída de ayer.

Para mañana se espera la influencia anticiclónica sobre Galicia, a la que hay que añadir una entrada de aire cálido procedente del norte de África, por lo que las temperaturas serán agradables. Lo mismo sucederá el lunes cuando la comunidad se encontrará bajo la influencia de las altas presiones localizadas al norte de las Islas Británicas que aportarán estabilidad y continuarán acercando aire cálido.