Los ex marinos gallegos que exigen a Noruega el pago de sus pensiones tras estar embarcados en la marina mercante de ese país durante años y agrupados en la asociación Long Hope iniciaron ayer su campaña de movilizaciones por las principales capitales europeas con una protesta en Oslo, en la plaza de Fridtjof Nansen, frente al ayuntamiento, en las horas previas a la ceremonia de entrega de los Premios Nobel.

Unos 12.000 marineros españoles, embarcados en la flota noruega entre 1948 y 1994 (cuando este país entró en el Espacio Económico Europeo), fueron obligados por ley a abonar hasta el 30% de su salario bruto a Noruega, pero al no vivir en el país nórdico se les impedía cotizar, motivo por el que no reciben una pensión.

Los exmarinos, la mayoría originarios de Galicia, mantienen desde hace año y medio un doble contencioso contra Noruega por la vía civil y social, con el objetivo de agotar las instancias judiciales y llevar el caso al Tribunal de Estrasburgo.

"Noruega quiere dilatar todo el tiempo el proceso, porque sabe que el tiempo juega a su favor. Es una agonía, además de una sangría económica", explicó a Efe en Oslo el portavoz de la asociación, Alberto Paz, aludiendo a la decena de recursos presentados por el Estado nórdico y a la edad de los afectados.