La Opinión de A Coruña

La Opinión de A Coruña

Solo dos ayuntamientos gallegos registran más nacimientos que defunciones: Ames y Salceda

La regresión demográfica de la comunidad se acrecienta al cerrar el año 2021 con el peor saldo vegetativo de su historia

Un bebé recién nacido. | // JCCM

Desde hace más de treinta años Galicia no tiene saldo vegetativo positivo. De forma sistemática, desde 1988 en la comunidad se registran más defunciones que nacimientos. 1987 fue el último año en que las muertes fueron menores y desde entonces la autonomía inició una regresión demográfica que se fue generalizando y extendiendo de forma paulatina a todos los ayuntamientos. O a casi todos, porque hay dos concellos que se comportan como una anomalía.

Son el coruñés de Ames y el pontevedrés de Salceda de Caselas, los dos únicos municipios de Galicia donde el pasado año, según los datos detallados del Instituto Galego de Estatística (IGE), se registraron, al revés que en el resto de la comunidad, más nacimientos que fallecimientos y que, por tanto, presentan un saldo vegetativo positivo. En ambos casos, eso sí, la diferencia fue muy pequeña. En Salceda hubo 13 nacimientos más que defunciones mientras que en Ames llegaron a 37. Cifras que ni por asomo compensan el declive demográfico de los restantes 311 ayuntamientos en una regresión que afecta también, de forma especial, a las siete ciudades.

Así, en A Coruña las muertes superaron en 1.252 a los nacimientos, mientas que en Vigo esta diferencia fue de 1.176. En Ferrol la cifra fue de 649; en Ourense, 636; en Lugo, 371; en Santiago, 352 y en Pontevedra, 319. En su conjunto, la comunidad ha visto el pasado año como su saldo vegetativo ha caído a su punto más bajo de la historia, situándose en -18.084. En 1975 y en 1976 el balance era justo al revés, con un crecimiento vegetativo anual por encima de los 18.000.

En 2021, las defunciones registradas fueron de 32.843, prácticamente las mismas que en 2020 —solo un 0,01% menos—, cuando en ese año, el primero afectado por el COVID, los fallecimientos se habían incrementado en un 5%. ¿Por qué empeoró entonces el saldo vegetativo? Pues porque hubo un descenso importante en el número de nacimientos. Cayeron un 3,2% hasta los 14.759, acentuando una tendencia que se inició, y sin dar visos de frenarse, en 2009. Los datos del IGE también muestran el tremendo desequilibrio que hay entre las dos provincias atlánticas y las interiores, pues ocho de cada diez partos del pasado año se produjeron en Pontevedra y A Coruña.

Pero no es solo que se reduzca el número de alumbramientos, sino que cada vez se retrasa más la edad en que las mujeres tienen hijos. El pasado año, el 79,4% de los nacimientos fueron de madres de 30 o más años, mientras que una década antes representaban el 74,9%. Y los partos de madres de 40 o más años suponen ya el 14,4% del total, frente al 6,7% de 2011.

Por otra parte, hubo un elevado incremento de los matrimonios en 2021, un 53% más que en 2020, año marcado por el inicio de la pandemia. Fueron 8.608 enlaces (3.717 en A Coruña, 3.101 en Pontevedra, 923 en Lugo y 867 en Ourense).

Del total de 8.608 matrimonios, 8.451 se produjeron entre un hombre y una mujer, 93 entre dos mujeres y 64 entre dos hombres, según los datos del IGE.

Compartir el artículo

stats