Al igual que el día anterior acudió a Extremadura, ayer el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se desplazó a Galicia para comprobar las consecuencias de la ola de incendios que azota a la comunidad y que en cinco días ha consumido casi 20.000 hectáreas. Visitó el centro de mando de lucha contra el fuego y también Alixo, una aldea de O Barco con quince casas calcinadas por un único fuego que ya lleva 7.500 hectáreas en su balance, y allí habló con algunos vecinos, que si esperaban algún anuncio sobre ayudas del Estado tendrán que esperar. Sánchez no avanzó ninguna, al menos de momento. Sí alertó, como también hizo en Extremadura, del calentamiento global. “Quedan días difíciles en Galicia y en el resto de España”, advirtió, en alusión a la ola de calor, los incendios forestales y el viento que está complicando las tareas de extinción, por lo que pidió “máxima precaución”.
“La emergencia climática es un hecho, una evidencia y es letal. Y lo es en términos de vidas humanas, de la biodiversidad, ambiental, económico o social. Por ello necesitamos políticas de Estado más allá de los políticos y de las legislaturas para luchar contra este problema y este desafío al que nos tenemos que enfrentar”, dijo, flanqueado por la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera; el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda; o el alcalde de O Barco, Alfredo García. Mientras hablaba, varios helicópteros intentaban sofocar un foco que estaba activo en el municipio de Rubiá.
Alfonso Rueda, por su parte, anunció que en el próximo Consello da la Xunta, mañana, aprobará una línea de ayudas para todos los afectados que perdieron sus viviendas, aunque no dio más detalles.
Ante Pedro Sánchez, el jefe del Ejecutivo gallego aprovechó también para reivindicar, sin desmerecer a los demás, que Galicia tiene el mejor servicio de extinción de incendios de España.
El presidente del Gobierno central comentó que en España han ardido más de 70.000 hectáreas en lo que va de año y que “son más del doble de la media de hectáreas de la última década”. También puso el foco en los grandes incendios, 11 en toda España, más del doble de la media de los diez años anteriores.
No quiso dejar Pedro Sánchez de felicitar a todo el personal que trabaja en la extinción de incendios así como a las Fuerzas de Seguridad, Protección Civil y la UME por “jugarse la vida”, tras lo cual avanzó que el Gobierno con las comunidades autónomas elaborará un nuevo marco estatal para regular al personal que participa en las tareas de prevención y extinción.
Por la mañana, la ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, reconocía tras el Consejo de Ministros que era necesario replantearse la respuesta ante los incendios: “Se trata de un verano trágico que hace que tengamos que replantearnos la respuesta a los incendios”.
El objetivo es avanzar en la “homologación del sistema competencial para garantizar la eficacia de todos los medios”.
