El consejero delegado de Abanca, Francisco Botas, destacó ayer la importancia de desarrollar un mercado único para las instituciones financieras europeas que evite “regulaciones distintas” e “impuestos diferentes”, después de que el Gobierno anunciase un impuesto sobre los beneficios de la banca para el año próximo.
Botas participó en el IV Foro La Toja en una mesa redonda enfocada en el futuro de la globalización, en la que también estuvieron presentes el presidente ejecutivo de Iberia, Javier Sánchez Prieto, y la directora general de Meta España y Portugal, Irene Cano.
El directivo de Abanca explicó que la banca minorista, la que está “pegada a los clientes”, no dispone de un mercado único europeo, por lo que se enfrenta a “regulaciones distintas” e “impuestos diferentes”.
En su opinión, resulta importante impulsar una regulación “orientada a la competitividad” y lamentó las “asimetrías regulatorias” que existen en Europa. “En Europa somos observadores de nuestra gran capacidad de desarrollo regulador. Tenemos políticas bastante acertadas, pero cuando las bajamos a la regulación no dejamos de complicarnos”, resumió.
Botas cerró su intervención con un mensaje optimista, destacando la necesidad de gestionar el corto plazo con la “incertidumbre actual”, pero sabiendo que “pronto” habrá un momento de cambio en la situación económica que genere mejores previsiones, lo cual generará oportunidades de desarrollo.
