Galicia es la comunidad que más mejora su competitividad, pero falla en infraestructuras

La competitividad territorial está relacionada con el nivel de bienestar social y la creación de oportunidades para las empresas. Galicia no está entre las regiones españolas más competitivas —se sitúa en el octavo puesto, en un nivel “medio bajo”—. Sin embargo, está haciendo los deberes y evoluciona favorablemente. De hecho, es junto a Andalucía y Baleares, la comunidad que más ha mejorado. Avanzó en innovación, eficiencia empresarial, capital humano, un mejor entorno económico y un paraguas institucional adecuado. Sin embargo, se quedó estancada en infraestructuras básicas, uno de los factores clave para que un territorio sea competitivo.

Así lo concluye el Informe de Competitividad Regional que elabora el Consejo General de Economistas que analiza 54 indicadores agrupados en siete ejes. Galicia ha conseguido escalar un puesto en el último año en el ranking nacional. Del puesto nueve ha pasado al octavo tras adelantar a Cantabria.

A la cabeza como las regiones más competitivas están Madrid, País Vasco, Navarra y Cataluña. Superan a Galicia en competitividad también La Rioja, Aragón y Castilla y León.

Según el Consejo General de Economistas, la comunidad gallega se encuentra todavía en un “nivel medio bajo” de competitividad, pero advierten que su mejoría en el último año ha sido “intensa”.

Los puntos fuertes de Galicia son el capital humano, el entorno institucional y la innovación, pues en todos estos indicadores se sitúa en el sexto puesto del ranking nacional.

El entorno institucional valora desde el número de delitos que hay en cada territorio, el esfuerzo fiscal, la deuda o el déficit hasta la calidad del gobierno. Éste es el único indicador en el que Galicia recibe una nota “alta”. Y además su evolución favorable ha sido superior a la media.

Por otro lado, el capital humano mide la formación de la población, los años de estudio, el uso de internet, así como los técnicos y profesionales científicos de los que dispone cada comunidad. El Consejo General de Economistas sitúa a Galicia en este indicador en un nivel “medio alto”, pero además advierte que ha mejorado en el último año por encima de la media nacional.

En cuanto a innovación, aunque Galicia está bien posicionada a nivel nacional, obtiene una puntuación “medio baja” en el indicador de competitividad regional de los economistas. En el último año, sin embargo, ha mejorado más que la media nacional en esta área, que tiene en cuenta desde el número de investigadores, el gasto en I+D o el uso de internet en las empresas.

El entorno económico también es determinante para favorecer la competitividad de las empresas. La evolución económica o la productividad influyen en los resultados empresariales. En esta área Galicia ocupa el noveno puesto situándose en un “nivel medio bajo”, pero la tendencia es positiva pues está creciendo por encima del resto de comunidades.

Más bajo cae en el ranking al analizar su mercado laboral: se sitúa en el puesto número diez, aunque puntúa como nivel “medio alto”. En todo caso, éste es uno de los indicadores con menor evolución positiva, pues aunque mejora, lo hace por debajo de la media.

En la competitividad tienen también un peso importante las infraestructuras, desde la red de internet, las líneas ferroviarias, de carreteras, el tráfico aéreo o el parque de vehículos. Y Galicia flaquea, pues ocupa el sexto puesto por la cola a nivel nacional con una calificación “baja”. Además es el único indicador en donde no hubo evolución positiva. La lentitud en desarrollar el Corredor Atlántico o completar las líneas del AVE pueden justificar este resultado.

La peor nota, sin embargo, es para la eficiencia empresarial, que mide ítems como el tamaño empresarial, su productividad, las exportaciones o las industrias manufactureras. Galicia es la tercera con peor calificación en esta materia. La buena noticia es que ha mejorado más que la media en el último año.

Suspenso en tasa de ahorro, número de ‘ninis’ y patentes

Más allá de los grandes indicadores, el Consejo General de Economistas analiza también más al detalle qué parámetros lastran la competitividad de cada región. En el caso de Galicia, el informe advierte de la contribución negativa que tiene sobre el empresariado factores como la baja tasa de ahorro o el número ninis. También suspende la comunidad autónoma en indicadores como abandono escolar temprano, déficit o número de patentes. Por el contrario, Galicia sobresale por el nivel de apertura externa de su economía, por la evolución positiva de su PIB, por la baja tasa de temporalidad en el empleo, por el número de adultos que están formándose o por su bajo nivel de desigualdad. De hecho, en este último ítem Galicia destaca no solo a nivel nacional sino que también se sitúa en mejor posición respecto a la media europea.