El ministro de Transportes reconoce que el Corredor Atlántico ferroviario avanza con retraso

Puente matiza que el desarrollo de esta infraestructura será prioritario para él en esta legislatura | El plan director está todavía pendiente de presentación

Óscar Puente visitando las nuevas instalaciones de la base de mantenimiento de la alta velocidad ferroviaria en Vallecas (Madrid).

Óscar Puente visitando las nuevas instalaciones de la base de mantenimiento de la alta velocidad ferroviaria en Vallecas (Madrid).

X. A. Taboada

El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, admitió ayer que el Corredor Atlántico ferroviario se está llevando a cabo con retraso, con un menor nivel de ejecución con respecto al del Mediterráneo, aunque asegura que en esta legislatura será prioritario para él esta infraestructura de transporte de mercancías que conecta toda la fachada oeste de Europa.

Durante su intervención en unos desayunos organizados por Nueva Economía Fórum, Puente reconoció una realidad que a sus predecesores les costaba expresar. Sobre todo si se tiene en cuenta el trazado del Corredor Atlántico por el Noroeste, al ser Galicia y Asturias las últimas áreas en incorporarse a este proyecto, del que estaban excluidas inicialmente. Solo a partir de 2021 estas dos comunidades se integran en una línea ferroviaria que pretende abrir una nueva etapa para el transporte de mercancías y potenciar el tren como un medio eficiente y competitivo, ya que actualmente apenas mueve el 4% de toda la carga por tierra.

El ministro detalló que ya se ha ocupado de que los comisionados de los dos corredores dependan directamente de él, por lo que serán prioritarios entre sus competencias. Además, incidió en que el Atlántico afecta al lugar del que proviene, Castilla y León, y más concretamente, Valladolid, donde se está en este momento construyendo uno de los seis grandes nodos intermodales que se van a levantar en ese Corredor.

“Es algo impresionante y va a suponer una oportunidad de desarrollo para toda Castilla y León. Unas posibilidades logísticas que hasta ahora no teníamos y le va a dar muchas oportunidades a la industria y a la agricultura”, añadió.

Mediterráneo

En comparación con el del Mediterráneo, el Atlántico va muy retrasado. Tanto que ni siquiera cuenta en estos momentos con un plan director, que es el documento en el que se recogerán las actuaciones concretas que se necesitan para adecuar las líneas a los niveles de calidad que exige Bruselas (electrificación, reducción de pendientes, andenes de 700 metros de largo, curvas de radio más amplias...), las inversiones requeridas para las obras y el calendario de ejecución.

Inicialmente, el comisionado del Corredor, José Antonio Sebastián Ruiz, iba a presentar el plan director el pasado mes de octubre, pero se tuvo que aplazar por dos razones fundamentales. Una es que hubo elecciones generales en julio y la elección del presidente se retrasó hasta noviembre. Y la segunda es que todavía se está discutiendo la actualización de los criterios que rigen la financiación y diseño de las redes de transporte transeuropea y el Gobierno español quería esperar a tener este tema cerrado para presentar un plan director ya acorde con las nuevas directrices de Bruselas, por si había variaciones.

El Corredor Atlántico del noroeste arranca en A Coruña y conecta con Monforte por Vigo y Ourense como actuación prioritaria, es decir, para estar operativa antes de 2030. En 2040 se contempla el AVE entre Vigo y Oporto y en 2050, la conexión del puerto de Vigo a la red ferroviaria.

Solo para la red prioritaria de Galicia, la Xunta calcula que haría falta una inversión de 2.323 millones de euros. Para todo el Noroeste serían 7.900 millones.

AVE portugués

Por otra parte, los cálculos iniciales sobre el coste que tendría la línea de AVE entre Lisboa y la frontera gallega se han quedado muy cortos. La inversión requerida será, como mínimo, de entre 7.000 y 8.000 millones de euros, según avanzó ayer el secretario de Estado de Infraestructuras de Portugal, Frederico Francisco, en una entrevista realizada por la agencia Lusa.

“No tengo una cifra rigurosa, pero la inversión global entre Lisboa y Valença, si incluimos la segunda fase de la conexión Oporto-Valença debe de andar por los 7.000 u 8.000 millones de euros”, apuntó Francisco sobre este proyecto, cuyo concurso para la primera fase fue publicado el pasado viernes.