La Xunta amplía el programa de viviendas vacías a familias con las rentas más bajas

Hasta ahora se exigía a los beneficiarios un mínimo de 8.400 euros anuales

Paula Pérez

La Xunta cuenta desde hace años con un programa de movilización de pisos desocupados que incentiva a los usuarios para que los saquen en arrendamiento, que hasta ahora exigía a los inquilinos unos ingresos de entre 1 y 2,5 veces el Iprem. Es decir, para poder optar a una de estas viviendas los interesados deben contar, al menos, con unas rentas anuales de 8.400 euros. Se fijó este mínimo para garantizar el pago de la renta a los caseros, pero dejaba fuera a las familias con rentas más bajas. La Consellería de Medio Ambiente, de la que depende el Instituto Galego da Vivenda e Solo, ha decidido ampliar el programa de movilización de viviendas vacías para beneficiar a las rentas con menos ingresos: entre 0,7 y 1,5 veces el Iprem (entre 5.880 y 12.600 euros anuales). Para ello ha aprobado “una modalidad nueva y complementaria” al plan existente, conocido como Vivendas Vivas, que se impulsó en colaboración con las agencias inmobiliarias. “Este programa seguirá funcionando exactamente igual que hasta ahora, sin ningún cambio”, explica Medio Ambiente.

Pero ahora se sacará una nueva convocatoria en colaboración con los concellos dirigida a las familias con más dificultades económicas. Tal y como recoge la resolución publicada ayer en el Diario Oficial de Galicia (DOG) serán los ayuntamientos los que voluntariamente decidan adherirse a este plan y, de hecho, se encargarán de gestionarlo en sus respectivos municipios.

Al igual que el plan que se lleva a cabo con las agencias inmobiliarias el objetivo es incentivar a los propietarios para que pongan en alquiler sus inmuebles vacíos. Para ello se les garantizará a las personas arrendadoras un seguro que le garantizará el pago de las rentas no abonadas, así como una póliza por los desperfectos causados en la vivienda. El programa también garantiza asistencia jurídica para atender los problemas que puedan surgir durante la vigencia de los contratos de alquiler.