Veintiséis municipios gallegos no vieron nacer a ningún bebé en los últimos tres años

La natalidad en Galicia toca fondo con 14.103 nacimientos en 2023: es el valor más bajo de la serie histórica

Tendrían que nacer el doble de niños para compensar las muertes

Los pies de un bebé recién nacido.

Los pies de un bebé recién nacido. / LOC

E. Ocampo

En el municipio de A Teixeira, tierra de viticultores en pleno corazón de la Ribeira Sacra, no se calcetan patucos para entretener la dulce espera por un nuevo vecino desde, al menos, el año 2020. Ningún bebé vino a retoñar el censo municipal ese año, ni en 2021, ni tampoco en el 2022, según los últimos datos de nacimientos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Este concello ourensano con vistas panorámicas al Sil está entre el listado de los 26 municipios en los que no han nacido bebés en los últimos tres años. Una franja geográfica que recorre el interior de Ourense y Lugo, pasando por la comarca en la que se rodó la película “O que arde”. Y que se amplía a otros 16 municipios gallegos si se cuentan los que han registrado solo un alumbramiento el último año: desde Lobeira a Castro Caldelas o Calvos de Randín, pasando por Corcubión o Mañón. No solo eso. En 146 municipios no se formaría un equipo de fútbol con los nacidos en 2022, puesto que el número de nacimientos es menor a 11. En Pontevedra, Campo Lameiro, Crecente o Covelo están en esta situación, por solo citar los que empiezan por C.

La natalidad en Galicia parece tocar fondo. Y así lo atestiguan, de nuevo, los últimos informes del INE. La comunidad alcanza el valor más bajo de la serie histórica: solo 14.103 nacimientos al cierre de 2023. Sí, la cifra más baja desde que hay registros. Y el descenso de los nacidos fue en picado: casi el 70% de bebés menos que en 1975. ¿Cuántos niños vinieron al mundo el año en que murió Franco? Pues más del triple que los de hoy: 43.850 bebés. Ya rondaban los 36.300 nacidos en 1981; 28.427 en 1985 y así han ido bajando hasta registrarse la mitad en la actualidad.

Pero los datos que nos deja el informe no solo hablan solo de vidas, sino de muertes. Y en ese caso, las campanas también suenan a rebato. El saldo vegetativo sigue imparable en negativo: fallecieron un 57% más de gallegos (32.804 muertes) que los que nacieron en el último año. O, lo que es lo mismo, tendrían que nacer el doble de niños para compensar las defunciones en nuestra comunidad. Frente a las penosas cifras, los expertos urgen soluciones. El profesor de Geografía Humana y experto en Demografía, Carlos Ferrás, pone el dedo en otra llaga: “la realidad apunta a un sobreenvejecimiento; desde el año 1986 tenemos un saldo vegetativo negativo continuo en Galicia”. “Ya tenemos serios problemas con la saturación de la sanidad en relación con la población, cada vez más mayor”, indica.

¿Qué estarían revelando estos datos, según el experto? “Que las medidas frente al reto demográfico no son efectivas y son insuficientes”, valora tajantemente. También, que se requiere “más ambición”. “Galicia no puede liderar la caída de la natalidad y del saldo vegetativo en España”, alude concisamente. Y es que Galicia (con -18.701) tiene, efectivamente, según el último informe de estadística el mayor saldo negativo de España por delante incluso de Castilla y León (-16.270) y Andalucía (-13.544).

Ferrás también urge medidas colectivas: “Sin un pacto social de empresas, administración, sindicatos e instituciones públicas en general” no se podrá avanzar. “No se puede seguir ignorando” esta realidad, apunta.

Y entre las medidas urgentes, el demógrafo gallego llama a cambiar el foco: situarlo sobre la crianza y no solo sobre las medidas que ayudan al nacimiento. “Acompañamiento en la crianza para facilitar el acceso a la vivienda, así como un subsidio directo a las familias con hijos menores de 18 años”, apunta. A la vista de los datos, el profesor alerta: “A ver, si por fin, se abre un debate en la sociedad y una actitud proactiva y ambiciosa a nivel político”.

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