Detenido un vecino de Mesía por estafar a inmigrantes y agredir sexualmente a varias

La Guardia Civil cree que abusó de una menor y que sus víctimas, 24, eran personas “vulnerables” a las que luego tenía “hacinadas” en dos burdeles de Betanzos y Ordes

Uno de los burdeles donde encerraban a los migrantes. |   // GUARDIA CIVIL

Uno de los burdeles donde encerraban a los migrantes. | // GUARDIA CIVIL / REDACCIÓN

REDACCIÓN

La Guardia Civil de Cambre detuvo a un vecino de Mesía al que acusa de captar con anuncios de trabajo a personas “vulnerables”, en especial inmigrantes en situación irregular, a las que luego estafaba y retenía en dos locales de alterne que poseía en Betanzos y O Mesón do Vento (Ordes). Mantenía a sus víctimas en locales sin agua corriente y les impedía salir y entrar con libertad. Además, el cuerpo considera que prostituyó a dos mujeres y agredió sexualmente a tres, una de ellas menor, a las que suministró substancias químicas para manipularlas.

De acuerdo con la Guardia Civil, la operación que llevó al arresto empezó junio el año pasado, cuando una menor de edad comunicó que se había puesto en contacto con el hombre ahora arrestado debido a un anuncio de internet en el que este pedía una camarera. Según la chica, el hombre lo atrajo al establecimiento con condiciones que parecían “excelentes”. Tras acabar su primera noche de trabajo, la invitó a beber, y la joven empezó a sentirse mal tras tomar la segunda copa, con recuerdos vagos. Entre estos se encuentra estar desnuda sobre una mesa de billar, y que el hombre la agredió sexualmente. Cuando se despertó al día siguiente, según su declaración, estaba en una habitación del local de la que no podía salir porque la puerta estaba cerrada con llave, y el arrestado entró para agredirla sexualmente de nuevo. Luego, la chica pudo salir del edificio.

La investigación, que contó con la colaboración de una abogada de SOS Racismo, descubrió otras 23 posibles víctimas del hombre, e identificó su forma de actuar. Según la Guardia Civil, ofertaba empleos en internet para captar a “personas vulnerables”, preferiblemente “preferiblemente inmigrantes en situación irregular”. Las ofertas eran de trabajos manuales, como camarera, limpiadora, pintores, albañiles o personal para reformas.

El detenido les ofrecía a sus víctimas alojamiento como parte del contrato de trabajo, y con esa excusa les exigía que le realizasen un pago en concepto de fianza. Según la Guardia Civil, muchas de las víctimas tuvieron que pedir dinero “a sus familiares en su país o contratar créditos “. La “estafa de esta cantidad”, según los investigadores, era el “motivo principal”, por el que captaba a personas.

El hombre mantenía a los empleados en sus dos locales de alterne, unos establecimientos sin agua corriente en el que dormían, en su mayoría, “hacinados en el suelo”. El detenido, siempre según la Guardia Civil, les impedía entrar y salir con libertad y los amenazaba con denunciarlos ante las autoridades por su situación irregular.

“Sumisión química”

Los agentes “corroboraron” otros dos casos de agresiones sexuales a empleadas, además del que dio origen a la investigación. Estas se realizaron “supuestamente bajo sumisión química”, es decir, después de que el hombre drogase de alguna manera a las trabajadoras. A dos de las mujeres que contrató les ofreció trabajar como prostitutas en sus locales de alterne, pero se quedó “con gran parte o con la totalidad de la cantidad que los clientes habían abonado por sus servicios”.

La Guardia Civil acusa al hombre de delitos de explotación, trata de seres humanos, agresión sexual, prostitución, detención ilegal, daños contra la integridad moral, estafa y defraudación del fluido eléctrico. Este último cargo, según el cuerpo, se debe a que los agentes constataron que el hombre tenía dos dobles acometidas de suministro en uno de sus clubes.