Arranca en Narón la apertura de una de las fosas del franquismo con más víctimas

Historiadores y genetistas tratarán de poner nombre a los 51 represaliados que se sospecha están enterrados en el cementerio

Restos exhumados en la fosa de Narón. |   // KIKO DELGADO / EFE

Restos exhumados en la fosa de Narón. | // KIKO DELGADO / EFE / R. P.

El mapa de fosas en Galicia sumará una nueva exhumación. Con ella, historiadores, antropólogos forenses, arqueólogos y genetistas se proponen poner nombre a 51 víctimas del franquismo cuyos restos yacen en el cementerio de Santa María do Val, en Narón. Se trata de uno de los mayores enterramientos de la dictadura identificados en la comunidad y que siguen a la espera de que sus familiares puedan recuperar sus huesos y cerrar un capítulo que suma décadas de miedo a hablar, de búsqueda por todo el territorio e instituciones y de lucha por cerrar un capítulo de la historia que tantas heridas abrió y que todavía hoy no se han curado en miles de hogares.

Las tareas de exhumación e identificación serán llevadas a cabo por un equipo multidisciplinar de la Universidade de Santiago de Compostela (USC) y del Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga). En octubre del año pasado, miembros de Histagra (Historia Agraria Política do Mundo Rural. Séculos XIX e XX), que encabeza el proyecto, en el marco del Plan de Memoria Democrática y con el apoyo del Gobierno central y de la Xunta, acudió al cementerio de O Val para tratar de localizar, mediante un georradar la situación de varias fosas comunes existentes en este camposanto. Más de tres meses después, comenzaron los trabajos de exhumación sobre el terreno.

La Asociación Cultural Memoria Histórica Democrática ha respaldado el comienzo de las tareas, que buscan encontrar restos de personas que fueron enterradas en ese camposanto al comienzo de la Guerra Civil. Entre ellas, se prevé que permanezcan miembros de las tripulaciones del acorazado España, el buque de transporte de guerra Contramaestre Casado y la embarcación de vapor Dómine, además de residentes en municipios de la comarca, como Ferrol y Narón. Los trabajos, apuntan desde el colectivo, “son continuación de los efectuados con georradar el pasado 10 de octubre” y, sobre el España, ha concretado que hasta 32 hombres de su dotación podrían estar enterrados en el cementerio.

El colectivo considera que la fosa naronesa podría ser “una de las mayores de Galicia” y que al menos “cincuenta familias están buscando a sus familiares y parientes asesinados después de la sublevación militar en Ferrol de julio de 1936, que pueden estar enterradas en el cementerio de O Val”.

Campos abiertos, cementerios, campos de concentración y batallones de trabajo. En esos cuatro lugares se reparten las 80 fosas del franquismo documentadas por el equipo de investigadores de la Universidade de Santiago. A estos enterramientos hay que añadir diez lugares en la costa gallega en los que se produjo el hundimiento de cadáveres.

Salvo los primeros enfrentamientos armados tras el estallido de la Guerra, Galicia no fue escenario de la contienda. Esto, junto con la dispersión poblacional, hace que no haya fosas masiva, a diferencia de las zonas frentes de guerra.

Eran los propios vecinos los que enterraban a los paseados. Sólo cuando el cura lo permitía, le daban sepultura en el propio cementerio. En Galicia, la mayoría de las víctimas del franquismo están enterradas en los atrios de las iglesias. Esos restos son de muy difícil identificación porque en esa zona enterraban también a ciento de mendigos o homosexuales.