El perfil del preso en Galicia: la mayoría son hombres y ocho de cada diez, españoles

Teixeiro, A Lama, Bonxe, Monterroso y Pereiro de Aguiar. Ahí se ubican las cinco prisiones de Galicia, a las que hay que sumar dos centros de inserción social (CIS), uno en A Coruña y otro en Pontevedra. A cierre del pasado año había en testas instalaciones 3.010 reclusos, una población penitenciaria que es la sexta más alta de todo el país, por detrás de Cataluña, Madrid, Comunidad Valenciana, Castilla y León y Canarias, según datos del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

En los penales españoles, la cifra total de internos rozaba a finales de 2023 los 57.000 internos, 10.000 menos que hace una década. Aún así, el Consejo de Europa apunta en su último informe, correspondiente a 2022, que España es el sexto país con mayor población reclusa de un conjunto de 48. En cuanto a la ocupación de las cárceles españolas, la tasa es de 73 presos por cada cien plazas.

El grueso de los internos en España son hombre y tienen entre 31 y los 50 años. En concreto, son seis de cada diez. Los jóvenes de entre 18 y 20 años representaban apenas el 1,47% del total. Además, en el caso gallego, la mayoría de reclusos son españoles, concretamente ocho de cada diez.

La población reclusa en la comunidad gallega se ha mantenido relativamente estable en el último lustro, con variaciones que no superan los 200 encarcelados por año, moviéndose entre un máximo de 3.188 y un mínimo de 2.818. Con todo, sí que se produjo un descenso notable con respecto a hace una década. En 2013, eran casi 3.700 reclusos en las cárceles gallegas, una cifra que ascendió hasta los 3.750 al año siguiente. A partir de ese momento, el número de encarcelados cayó de manera progresiva. La tendencia emula la curvatura descendente en el conjunto del país. En 2009, había 73.832 presos en España, la cifra más alta de la historia. Desde entonces, con variaciones, han ido descendiendo. Entre otras cuestiones, esto se debe a las múltiples reformas efectuadas en el Código Penal.

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