La rama gallega de los narcos del Estrecho movió 3 millones de euros en pocos meses

La organización, desarticulada en Ourense, Pontevedra y Portugal, tenía varias células operativas para proveer narcolanchas, usadas para el tráfico de drogas y la inmigración

A. G. Tesouro / A. martínez

La ramificación gallega de los grupos de narcotraficantes del Estrecho de Gibraltar estaba dirigida desde Ourense, construían narcolanchas que llevaban al sur y blanqueaban el dinero a través de una red de sociedades fantasma. Fuentes de la investigación señalan que en “pocos meses” movieron unos tres millones de euros. La coordinación y colaboración entre los diferentes cuerpos y fuerzas de seguridad fue esencial para tirar del hilo y desarticular una banda criminal, que suministraba motores fueraborda y la fabricación de embarcaciones de alta velocidad (EAV), más conocidas como narcolanchas.

La operación policial, en la que participaron los agentes de Vigilancia Aduanera, la Guardia Civil y la Policial Judiciaria de Braga (Portugal), terminó con seis detenidos (dos en Ourense, uno en O Carballiño, uno en Vigo, uno en Ribadumia y otro en Tui) y otros cinco investigados por blanqueo de capitales, pertenencia a organización criminal y tráfico de drogas.

Según explicaron ayer en Ourense cargos de la Guardia Civil y de Aduanas, la organización criminal utilizaba fondos obtenidos del blanqueo de capitales procedentes del narcotráfico para fabricar embarcaciones que eran trasladadas al Estrecho. Se constataron varias de ellas con aprehensiones de más de 4.000 kilos de cocaína y 4.000 kilos de hachís.

Difícil trazabilidad del dinero

La primera constancia de la organización se tuvo a finales del año 2022, tras intercambio de información “documental”. El operativo policial de investigación se inició en el primer trimestre y los agentes llevaban un año detrás siguiéndole los pasos. El comandante de la Guardia Civil de Ourense, Rafael Berguillo, trasladó ayer el “buen trabajo” realizado a todos los agentes involucrados.

Era una red cíclica. Mientras los narcos del Estrecho desarrollaban la actividad del tráfico de drogas y obtenían recursos económicos, parte de ese dinero servía para la fabricación de narcolanchas desde el norte. El jefe regional de Aduanas de la Agencia Tributaria, Jaime Gayá, destacó la “especial complejidad” de las investigaciones, porque la organización disponía de más de 50 cuentas corrientes y de más de 20 sociedades para que la trazabilidad del dinero se perdiera entre movimiento y movimiento.

Gayá explica que “se usaban para perder el rastro y usaban ingresos en efectivo, por eso de la dificultad de la operación”. Y añade que “tenían un armazón de sociedades ficticias”, con el fin de que no se supiera que los motores iban para el Estrecho.

“No podemos dar una cantidad exacta de todo el dinero movido, porque el dinero del narcotráfico se volvía a invertir, entre otras cosas, en más narcolanchas, lo que sí puedo decir es que en pocos meses la organización movió más de tres millones de euros”, indicó Gayá. Sobre dicho entramado de empresas y sociedades tapadera de reciente creación, señala que la “justificación de los movimientos era demasiado endeble”.

Durante dos días, un macrooperativo policial, formada por más de 100 agentes, se coordinó para, de forma simultánea, entrar en siete puntos a la vez. Fue a las 7.00 horas de la mañana del miércoles, cuando entraron en cuatro domicilios de Ourense, dos en Pontevedra y uno en Valença de Minho (Portugal), cámara en pecho para grabar el dispositivo que estaba seguido desde las unidades operativas correspondientes.

En la provincia ourensana, entraron en Covadonga, en Celso Emilio Ferreiro y también registraron una empresa de compra y venta de coches ubicada en el Polígono de Pereiro de Aguiar.

En Pontevedra, uno de los puntos identificados fue en Ribadumia, en la parroquia de Sisán, propiedad del empresario cambadés José Luis G. T., conocido como Giriño. Este cambadés formaba parte de una célula logística dentro de la organización criminal, que por sus contactos en el empresariado marítimo obtenía los materiales para que posteriormente se elaboraban después las embarcaciones.

Embarcaciones prohibidas

Otra de las células se encargaba de la fabricación de las embarcaciones después de conseguir todos los materiales. Según la normativa, este tipo de embarcaciones de alta velocidad, están prohibidas en España por lo que la ejecución de las mismas las hacían desde Valença de Minho, supervisadas por la dirección “ourensana” de la red, para después llevarlas al Estrecho. Precisamente, fue en la localidad lusa donde se hallaron los principales materiales para la fabricación, así como narcolanchas.

En los registros practicados se incautaron 30.000 euros en efectivos, ocho embarcaciones, 25 motores de gran cilindrada, material náutico, radares GPS, antenas y diversa documentación, ordenadores y terminales móviles relacionados con los hechos delictivos.

Preguntado sobre si la organización facilitaba personas para pilotar las narcolanchas, los cargos de la Guardia Civil contestaron que “la operación sigue abierta y tenemos que seguir trabajando para poder avanzar en la investigación policial”. Los agentes, además de los seis detenidos, ponen el foco en otras personas investigadas y no descartan más detenciones ni registros.

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