Las enseñanzas de adultos superan por primera vez la barrera de los 30.000 alumnos en Galicia

Los gallegos que cursan la formación más básica caen a la mitad por la escolarización

Los que optan por estudiar un ciclo formativo se disparan un 20% en dos décadas

Interior de un aula.

Interior de un aula. / LOC

C. Villar

En Galicia uno de cada tres adultos tiene estudios superiores, ya sea de ciclos formativos de grado superior, enseñanzas artísticas o deportivas de ese nivel o formación universitaria, desde graduados a doctores pasando por titulados de máster. Pero el lado contrario y más extremo de la balanza de estos gallegos que pueden presumir de agotar en lo posible sus posibilidades de formación se encuentran quienes no tuvieron oportunidades en su momento para adquirirla y ni siquiera saben leer y escribir. Los analfabetos todavía existen en la comunidad y ascienden a casi 19.000 personas.

Evolución del alumnado matriculado en formación de alumnos en Galicia.

Evolución del alumnado matriculado en formación de alumnos en Galicia. / Simón Espinosa

No obstante, cada vez son menos quienes carecen de los conocimientos más básicos y las enseñanzas de adultos destinadas a dotarles de esas herramientas van perdiendo fuelle conforme pasa el tiempo. Hace dos décadas, los matriculados en los estudios de nivel I, nivel II y ESO para adultos, que son los primeros peldaños de la escalera formativa para quienes no pudieron acceder a la escuela en su niñez, pasaron de 7.885 escritos en el curso 2003/04 a 4.422, según las estimaciones de la Xunta para el curso actual: un 44 por ciento menos.

Sin embargo, cada vez más ciudadanos han interiorizado el mensaje defendido por las autoridades educativas de que existe una relación directa entre formación e inserción y por primera vez en veinte años los datos de matriculados en enseñanzas de adultos superan la barrera de los 30.000. De acuerdo con los cálculos de la Consellería de Educación, estimativos, este año estudian en las aulas autonómicas un total de 30.597 adultos, un 69 por ciento más que los inscritos hace dos décadas.

Los principales responsables de este regreso masivo a las aulas son los estudios de Formación Profesional, tanto la oferta modular y de ciclos formativos como la modalidad de FP dual. En el primer caso, los inscritos casi se quintuplicaron, al pasar de los poco más de 4.000 en 2003/04 a los casi 18.200 previstos por la Administración autonómica en el curso actual. En lo que respecta la modalidad que combina formación en el centro educativo con trabajo en la empresa colaboradora, hace dos décadas ni existía. Empezó en 2011-12 con 14 alumnos y ha ido engordando de forma progresiva, aunque sin dejar de suponer un porcentaje residual, con 2.952 estudiantes este curso, con un salto cualitativo del 70% en el último año.

Mientras los ciclos y la formación práctica gana terreno entre quienes buscan mejorar sus aptitudes y conocimientos de cara a la inserción laboral, en cambio, ha experimentado una caída la matrícula de Bachillerato. En veinte años, ha perdido la mitad de inscritos, desde los más de 6.100 en 2003 a los poco más de 3.000 este año.

La FP, en síntesis, es la principal beneficiara del incremento de matrícula entre el alumnado adulto. La cuestión es por qué. Cristina Albés, orientadora en un instituto gallego, apunta que varios factores pueden contribuir a explicarlo, pero advierte de que se trata de hipótesis vinculadas a su propia experiencia.

Para empezar, recuerda que hay que tener en cuenta que durante este curso se promocionó la oferta de plazas en la modalidad de enseñanza a distancia, lo que permite duplicar la capacidad de los centros, es decir, si en un primer curso de adultos la ratio es de 30, con la opción telemática va a 50, con lo que el número, apunta Albés, casi se duplica. Claro, advierte, que no es lo mismo aprender con un sistema presencial, con clases, siguiendo las explicaciones del profesor, que con uno que no oferta esta opción, aunque el alumno disponga del material en el aula virtual y reuniones con el tutor para aclarar dudas. Para esta orientadora, “dificulta mucho” el seguimiento, en especial en ciclos como Informática o de Imagen personal.

Después alude a que existe una oferta modular que implica matrículas parciales, solo en ciertos módulos, pero los alumnos constan igualmente como inscritos. Por ejemplo, en su centro hay mujeres que solo hacen el módulo de uñas para dedicarse a eso. Al mismo tiempo, esa configuración modular atrae a gente que está trabajando y quiere seguir actualizándose, bien sea en su profesión o para optar a otro empleo. “Hay mucho interés en la formación continua”, indica.

A su juicio, esos dos factores son “importantes”, pero en todo caso lo que subyace a esas posibles explicaciones es una realidad: que los estudios de FP tienen cada vez una mayor demanda. En ello tiene que ver, opina, la “dignificación” de este tipo e estudios, que se contemplan cada vez “más” como opción incluso frente al Bachillerato. Para algunos, comenta, la filosofía es prepararse para un grado posterior. “Eso puede animar al alumnado a matricularse”, comenta.

Aparte, menciona que los ciclos aúnan un período de formación relativamente corto, prácticas y en muchos casos buenos resultados de inserción. De hecho, comenta que hay adultos que acuden preguntando específicamente qué ciclo pueden hacer para ponerse a trabajar ya cuando finalicen, qué es lo que mejor salida profesional tiene. Pero aún hay más razones de que los ciclos resulten tan atractivos, añade: que aparecen títulos nuevos y atrayentes, como el de Imagen y caracterización para el cine y los conocidos como másteres de FP, cursos de especialización con lo más novedosos.

La Formación Profesional, una opción para los extranjeros

También los ciudadanos extranjeros se han concienciado de la importancia de formarse y la cifra de quienes cursan estudios en la modalidad de adultos se han multiplicado casi por doce en las dos últimas décadas, hasta llegar a los 3.435 matriculados del curso actual. Cristina Albés, orientadora un centro gallego, considera que el de la población foránea puede ser uno de los factores que influya en que crezca la matrícula. “Mucha gente llega, sobre todo de países de habla hispana, y convalida estudios de ESO o de Bachillerato y en muchos casos van por FP”, señala. En su instituto, por ejemplo, “muchísimas” mujeres extranjeras optan por la familia de Imagen personal, comenta.

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