Aumentan los conductores de menos de 55 años requeridos a chequeo médico del Sergas

Antes del estallido de la pandemia, la mayoría de automovilistas controlados en A Coruña para comprobar si eran o no aptos para seguir al volante superaban los 75 años

Control de la Guardia Civil de Tráfico en Ourense. |   // IÑAKI OSORIO

Control de la Guardia Civil de Tráfico en Ourense. | // IÑAKI OSORIO / R. Prieto

No hay día en que Tráfico no tramite en Galicia el requerimiento a un conductor para ser sometido a un examen médico extraordinario ante las sospechas de su aptitud para seguir al volante o hacerlo sin restricción alguna. En una comunidad cada vez más envejecida, la edad en la carretera también se convierte en un factor a tener en cuenta ya que los reflejos no son los mismos a los 65 años que con menos de 35. Ahora bien, también es cierto que a más edad, se suele ser más prudente al volante. Hasta hace años, los mayores de 75 años eran los que más notificaciones recibían, pero tras la pandemia son los menores de 55 años los que suman más requerimiento para revisión en un centro de salud, tal y como demuestran los datos de la Jefatura de Tráfico de A Coruña sobre automovilistas bajo sospecha en la provincia.

Cada vez que en un control rutinario o tras un accidente se aprecian indicios de que el conductor al que se ha dado el alto o se ha visto implicado en un siniestro puede tener sus capacidades psicofísicas mermadas, la Guardia Civil lo notifica a la Jefatura Provincial de Tráfico correspondiente y esta tramita el requerimiento pertinente para que ese automovilista pase el control prescrito con una equipo médico del Sergas. En ese chequeo, al que la mayoría desiste de acudir por lo que el carné le es retirado, se dictaminará si puede seguir o no conduciendo y, de poder hacerlo, si se imponen limitaciones, como circular solo por el día, realizar trayectos a una distancia determinada de su domicilio o viajar siempre acompañado.

Hasta antes del estallido de la pandemia, el grupo más numeroso de conductores que en Galicia eran sometidos a un chequeo en la Seguridad Social para confirmar si eran o no aptos para seguir al volante eran los mayores de 75 años. Pero tras la irrupción del COVID, se produjo un cambio en este perfil, según el análisis del balance de la Jefatura de Tráfico de A Coruña.

Antes del estallido del coronavirus, el colectivo de mayores de 75 años que tras ser interceptados en las carreteras coruñeses fueron requeridos para comprobar sus aptitudes psicofísicas representaba 43%, mientras que los de menos de 55 años no llegaban al 28%. Pero en los años de mayor incidencia del COVID en el plano psicológico —2021, 2022 e incluso 2023—, el foco se puso los automovilistas que no superaban los 55 años, que pasaron a representar entre el 38 y el 42% de los sospechosos detectados en carreteras de la provincia de no estar en condiciones de seguir al volante. Por el contrario, los mayores de 75 años apenas sumaron el 30% en 2021 y un 20% el ejercicio pasado.

Desde que se produjo la pandemia, casi mil conductores coruñeses fueron requeridos por Tráfico para estos controles médicos extraordinarios, bien porque la merma de sus facultades psicofísicas no fueron detectadas en el psicotécnico que procedió a la renovación de su carné o porque se deterioraron desde entonces. La cifra más alta se alcanzó en 2022 con un total de 313 notificaciones en la provincia, casi una diaria. El resto de ejercicios se movieron entre los 130 de 2020 y los 291 del año pasado. En el primer cuatrimestre de 2024, Tráfico notificó en la provincia un total de 56 procedimientos.

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