Óscar Puente da largas al rescate o el traspaso a Galicia de la AP-9: “No es sencillo”

Bonificaciones sí, pero rescatar o transferir la AP-9 a Galicia es poco factible. “No es sencillo”, esgrime el ministro de Transportes, Óscar Puente. Según explica, el rescate de esta autopista supondría desembolsar unos 4.000 millones de euros que “tendrían que salir del erario público de todos los españoles”. Y el traspaso “ofrece problemas desde el punto de vista de que su propia configuración la hace claramente candidata a ser de titularidad estatal”.

La Comisión Europea, sin embargo, cuestiona la prórroga a Audasa de la concesión de la AP-9 y acaba de abrir un segundo expediente a España por esta razón. Además, el Gobierno tiene previsto liberalizar una autopista en Alicante, mientras que para la AP-9 en Galicia, vía clave para la conexión de las principales ciudades del Eje Atlántico y que carece de alternativa viable sin peajes, solo contempla bonificaciones puntuales.

Puente dice ser “consciente” de que se trata de “un elemento discriminatorio porque esa infraestructura es utilizada por gente que no tiene otra alternativa”. Pero recuerda que rescatarla supondría “una cantidad de dinero enorme”.

Y también se muestra reticente frente a la opción de transferirla a la comunidad autónoma, para que la gestione la Xunta: “es una conexión transfronteriza con Portugal, de alta capacidad. No tenemos vías de esas características cedidas a las comunidades”.

La posición del ministro diverge de la que mantiene en Galicia el PSdeG que en el Parlamento la pasada semana apoyó anular la prórroga de 25 años concedida a la concesionaria Audasa, iniciativa que contó con el respaldo de todos los grupos. De la misma manera, la Cámara autonómica, con el apoyo unánime de todos los partidos, ha instado en varias ocasiones al Gobierno a transferir esta autopista a la comunidad autónoma.

Aunque el Congreso llegó a tomar en consideración la proposición de ley aprobada por unanimidad por el Parlamento gallego para iniciar el traspaso a Galicia de la titularidad y las competencias de la Autopista del Atlántico, el proceso de transferencia lleva años encallado.

La portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, pidió por carta al presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, y al secretario xeral del PSdeG, Xosé Ramón Gómez Besteiro, una reunión para abordar “una estrategia de país” a favor de “una AP-9 gallega y libre de peajes”. En su opinión, se deben agilizar todos los pasos para que culmine “con éxito la transferencia de esta autopista”. Y recordó que tras la toma en consideración de la ley gallega por parte del Congreso para iniciar el traspaso, el Bloque solicitó su tramitación urgente, pero esta petición “fue desoída tanto por PP como por el PSOE que presentaron enmiendas y solicitaron hasta 17 prórrogas”.

Desde el PPdeG no tardaron en responder a la nacionalista: “menos afán de protagonismo y más hechos en relación con la AP-9”. Los populares recordaron que el BNG apoyó la investidura de Pedro Sánchez a cambio de nuevos descuentos en los peajes que quedaron “en papel mojado”.

El ministro de Transportes, en una entrevista a la Cadena Ser, se refirió también a la conservación de la A-6. Según explicó la renovación del pavimento de esta autovía que comunica Galicia con Madrid estará finalizada este año. “Ya está licitado y adjudicado y las obras comenzarán cuando haya una meteorología lo más estable posible”. “Esos baches tan molestos pasarán a la historia este mismo año”, recalcó. Sobre su relación con el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, Puente aclaró que “nunca hubo hacha de guerra” y añadió que él quiere “entenderse” pero sin rehuir la “confrontación”.

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