La entrada de competencia privada en el AVE gallego rebajará los billetes hasta un 40%

Los descuentos oscilan entre el 24% de las líneas donde funcionan dos operadores y casi la mitad en las que hay tres, según la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia

Así llegó el primer AVE a la estación de tren de A Coruña

Iago López

X. A. Taboada

Aunque la alta velocidad ferroviaria aún llegó esta semana a A Coruña y Vigo —desde diciembre 2021 funcionaba hasta Ourense— y de momento funciona en modo monopolio protagonizado por Renfe, en otras líneas de España esta modalidad de transporte lleva más tiempo funcionando y, además, con más operadores debido a la liberalización del sector. Esto ha llevado a un notable incremento de las plazas y de las frecuencias y también, a una sensible rebaja de los precios de los billetes para los viajeros, que llega de media hasta el 40% en los servicios donde esta competencia entre tres operadores se inició en el año 2022 (Madrid-Barcelona, Madrid-Alicante y Madrid-Valencia). Así lo concluye la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) en su informe anual relativo al año 2023 sobre la liberalización del transporte ferroviario de viajeros.

En Galicia, en su comunicación con Madrid de momento solo presta servicios de alta velocidad Renfe con su marca AVE, con la previsión de implantar antes de que acabe el año su firma de bajo coste, Avlo, con una frecuencia diaria entre las dos comunidades. Y en 2026 se estima que también comience a operar la hispanoitaliana Iryo, momento en el que entonces se tendrían que notar en Galicia las rebajas en los billetes.

La CNMC, en todo caso, describe dos escenarios sobre el impacto en los precios que ha tenido en España la competencia en el servicio ferroviario de alta velocidad. En donde es mayor y cuenta con tres operadores, el descuento medio fue del 40%, mientras que en otras líneas, como la que enlaza Madrid con Andalucía y solo compiten dos compañías, los precios bajaron menos, entre el 10% y el 24%, en función de las rutas. Y este es un comportamiento homogéneo, en cuanto a los números, que se ha producido en otros países europeos, por lo que de alguna forma marca la hoja de ruta que seguirá la alta velocidad gallega en cuanto se implanten compañías privadas.

“En los países con competencia en el mercado, la entrada de nuevos operadores ha supuesto una reducción sustancial de los precios de los billetes para los usuarios finales que, en función del país y la situación de partida del mercado, ha superado el 40%”, se recoge en el informe de la CNMC.

En las líneas de Madrid con Barcelona, Valencia y Alicante operan Renfe, Ouigo e Iryo desde 2022, mientras en el corredor sur la competencia es más reciente y solo compiten Renfe e Iryo desde 2023.

Esto ha provocado, junto con la modernización de las líneas, que la oferta de plazas se incrementara en un 60% y que las frecuencias diarias pasaran de 76 por sentido en 2019 a las 118 en diciembre del pasado año. Como consecuencia, también ha aumentado el número de pasajeros.

La entrada de competencia en los tres corredores de Madrid con levante, precisa la CNMC, ha supuesto un crecimiento de la cifra de viajeros de 10 millones en dos años y medio, para llegar a los actuales 31 millones de usuarios de los servicios ferroviarios de alta velocidad. El ahorro para lo viajeros, según los cálculos de la CNMC, ha sido de unos 343 millones de euros, tanto por la reducción del precio de los billetes como por el aumento, a su vez, de la demanda.

Esto, evidentemente, roba pasajeros a los demás modos de transporte, ya sea avión, autobús o vehículo privado. Con respecto al avión, el vuelco ha sido espectacular, pues la cuota modal del tren frente al aéreo asciende ya al 85%. Entre Madrid y Barcelona la subida fue 20 puntos entre 2019 y 2023 para situarse ahora en el 82%.

La comunidad que se encuentra a la cola en esta comparación es la gallega, según los datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, pues de todos los usuarios de avión y tren, el modo aéreo supone el 80%. De los que viajan a Madrid, solo dos de cada diez utilizan el ferrocarril.

La razón es que en diciembre de 2021 se abrió la línea de alta velocidad desde la capital española hasta Madrid y aunque los trenes recortaron la duración del viaje, había muy pocas relaciones de AVE con Galicia, dado que todas terminaban en Ourense. Hasta ese punto llegaba en ancho internacional para después pasar a ancho ibérico, que es el utilizado en todo el interior de la comunidad, lo que obligaba a utilizar un tren más lento que el AVE pero con la capacidad de cambiar de ancho en Ourense.

Esto ha cambiado esta semana con la entrada en servicio de los Talgo S-106 (Avril), que son trenes de alta velocidad pura con la particularidad de poder cambiar de forma automática el ancho de ejes, lo que les permite llegar ahora a Vigo, Santiago, Pontevedra y A Coruña.

Sin embargo, esta singularidad de la red gallega es lo que retrasa la entrada de competidores privados, dado que deben adquirir material rodante de ancho variable para poder llegar hasta la costa. Esto lo sabe Iryo, pero aún así tiene planificado entrar en la línea Madrid-Galicia a partir de 2026. Mientras tanto, Renfe es la que funcionará en régimen de Monopolio, aunque implante este año Avlo, que es su segunda marca de alta velocidad, pero de bajo coste.

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