Esta fortaleza de finales del siglo XII ha sido protagonista y testigo de algunos de los hitos más importantes que marcaron la historia de Galicia. Desde las disputas medievales entre el Arzobispo de Santiago y los Moscoso, a las revueltas irmandiñas, pasando por la recuperación del clero y por su venta a la Diputación de A Coruña para dedicarlo a fines públicos, función que todavía se mantiene, con la gestión del Concello, y que permite que ser visitado casi todos los días del año. La visita es gratuita y el horario de apertura se extiende entre las 10.00 y las 14.00h y de 16.00 a 18.30 horas en temporada baja (del 1 de enero al 14 de junio); y entre las 10.30h a 14.00h y de las 16.00 a las 20.30h en temporada alta (del 15 de junio al 15 de septiembre). Puede accederse de martes a domingo y se programan visitas guiadas y teatralizadas.

Visitantes en el Castillo de Vimianzo. LOC

El castillo de Vimianzo se encuentra en buen estado de conservación y en la actualidad es un museo de artesanía donde se exhibe el trabajo de palilleiras, artesanas del lino, cestería, plata y vidrio, además de olería de Buño, cuero y maquetas de barcos. De la construcción inicial llevada a cabo por los Mariño de Lobeira solo se conservan los restos de lo que pudo ser una torre del homenaje, en el actual patio de armas.

Actividades en el interior del Castillo de Vimianzo. LOC

Para comprender la relevancia de esta fortificación es necesario echar la vista atrás. Su situación estratégica, en la entrada del pueblo, se perfila como una de las causas que motivó las luchas entre el arzobispado compostelano y la familia Moscoso, que lograría en el siglo XV el título de los Condes de Altamira, una de las familias nobiliarias con más influencia de toda la Península. También su proximidad a la costa permitía controlar las rutas comerciales, especialmente las de la sardina, la sal y hacerse con los suculentos botines de los barcos que naufragaban en la costa. 

El castillo de Vimianzo fue reclamado por el pueblo en 1467 durante las Revueltas Irmandiñas, que denunciaban las opresiones económicas de los señores feudales. Tras las revueltas populares, el arzobispo de Santiago Alonso II de Fonseca reconstruyó la fortaleza y unos años más tarde, Lope Sánchez de Moscoso, autoproclamado primer Conde de Altamira, volvió a Galicia para recuperar su propiedad. El castillo perteneció a los Condes de Altamira hasta el siglo XIX. En 1870 fue aquirido por Ramón Martelo Núñez, presidente de la Diputación de A Coruña, y su hijo, el poeta Evaristo Martelo, lo restaura para convertirlo en su residencia de verano. Tras sufrir un incendio en 1965, Dolores Martelo de la Maza devolvió la propiedad al arzobispado, que la vendió en 1973 a la Diputación de A Coruña. En la actualidad, es el Concello de Vimianzo el encargado de su gestión.

Asalto al Castillo de Vimianzo. @asaltoaocastelo

Asalto al Castillo de Vimianzo

El primer sábado de julio se celebra desde hace más de dos décadas una singular fiesta que recrea las Revueltas Irmandiñas de Galicia. La fortaleza medieval vuelve a ser rodeada por miles de personas dispuestas a atacarla, inspirados en la Gran Guerra Irmandiña que comenzó en 1467, cuando el pueblo se levantó contra el poder abusivo de los señores feudales. La entidad organizadora es Cherinkas, y cuenta con la colaboración del Concello de Vimianzo y Axvalso. En la medianoche del sábado se celebran conciertos y una representación teatral en clave de humor, surrealismo y retranca, que cuenta siempre con la colaboración activa del público. Los asistentes se convierten en ‘asaltantes’ y comparten escena con guerreros, meigas, defensores y todos aquellos personajes que se representen en cada edición. Estos personajes guían a los participantes con el enorme ariete en un camino iluminado por el fuego de las antorchas y ambientado con el sonido de los tambores hacia el castillo, donde se produce la toma simbólica. Una de las actividades del Asalto que despierta más interés es la cena medieval, que se celebra en el foso del castillo con menú propio de la época.

También se celebra el Asaltiño para niños y niñas, que se representa en tres frases: presentación teatral de las injusticias en la plaza del Concello, la feroz batalla de agua contra los señores feudales y concluye con el clásico y mágico momento del ariete con la victoria irmandiña.

Representación del Asalto al Castillo. LOC

Las Irmandades Parroquiais desfilan por las calles con vecinos de todas las edades hasta llegar al centro de Vimianzo para asaltar el castillo por la noche y escuchar el pregón e izado de la bandera irmandiña desde el consistorio.

Diferentes establecimientos hosteleros de la villa ofrecen durante toda la semana los famosos “Pinchos irmandiños”, tapas que no pueden llevar ingredientes posteriores al descubrimiento de América y que se inspiran en la gastronomía medieval.

Vecinos en la representación del Asalto al Castillo. LOC

La Feira de Artesanía, en el entorno de la plaza do Concello, también sirve como escaparate de artesanos locales y de toda Galicia y se complementa con la oferta lúdica de actividades.