El alcalde oleirense, Ángel García Seoane, advierte de la existencia de “un problema muy grave” en relación con una plaga que afecta a las palmeras. El regidor instó ayer a los vecinos que cuenten con ejemplares de esta especie vegetal en sus tierras a mantenerse vigilantes, aplicarles los correspondientes tratamientos en caso de ser necesarios y cortar los árboles enfermos para evitar la propagación de la enfermedad que, aseguró, se produce con gran rapidez.

Seoane cifró en 31 las palmeras localizadas en Oleiros, de los 135 ejemplares que son propiedad del Concello, que se encuentran afectadas y en situación de desaparecer a causa de esta plaga, conocida como picudo rojo. “Estamos tratándolas. Es posible combatir esa peste”, sostuvo el alcalde en una intervención en Radio Coruña.

“Pido a las personas que las traten y, si tienen la enfermedad, tienen que cortarlas porque esto se transmite con mucha rapidez”, alertó Seoane. “Se mete en la palmera y en un mes acaba con ella”, advirtió el regidor.

La plaga del picudo rojo ya había matado en enero de 2020, hace ahora un año, un ejemplar centenario y protegido: la palmera de la Casa de las Chinchillas, en A Pasaxe. El pasado mes de noviembre, otro ejemplar ubicado casi frente al anterior, en el núcleo de Perillo, también mostraba síntomas del picudo rojo que hacían sospechar que corría peligro. Tenía la copa seca y desmochada.

En la calle de O Paraíso, también en la zona de Perillo, presentó también en noviembre indicios de picudo rojo una palmera, que ya se encontraba totalmente seca. El picudo, un coleóptero, también había matado a dos ejemplares en la localidad de Mera. El Concello ya había mostrado su preocupación por esta situación, ya en atención a las palmeras de titularidad municipal.