La Reserva de Biosfera Mariñas Coruñesas e Terras do Mandeo ofrece rutas en un catamarán 100% eléctrico y accesible para personas con movilidad reducida, pionero en Galicia. Una empresa de Perbes, A-02 Velas, gestiona las rutas en la embarcación, diseñada por la empresa Xouva y fabricada en Vilagarcía. El vicepresidente de la reserva y alcalde de Paderne, César Longo, destacó que la iniciativa de ecoturismo cumple su “viejo empeño” en que los concellos del río Mandeo se uniesen para difundir el patrimonio natural de la zona, “el gran desconocido”, aseguró ayer en la presentación de la iniciativa, celebrada en el puerto de Betanzos. La alcaldesa betanceira, María Barral, celebró que se logre “dar a conocer el fantástico patrimonio natural que nos une de forma sostenible y accesible”. Asistieron también los alcaldes de Miño, Manuel Vázquez, y Bergondo, Alejandra Pérez.

Las rutas se realizan por la ría de Betanzos, el río Mandeo hasta Os Caneiros y la costa de Miño, Sada o Bergondo. La empresa ofrece recorridos de dos horas, a 30 euros por persona y “sin ruido, ni vibraciones ni olor”, al ser un catamarán eléctrico. Realiza, además, su “ruta estrella”: un recorrido de seis horas desde Miño hasta Os Caneiros y vuelta, ésta con un coste de 60 euros por cabeza, explica uno de los dos responsables de la empresa, Laurent Ogel, que regenta el proyecto con Gemma Garrido.

En la actualidad, trabajan con el Concello de Betanzos para que su puerto pueda ser también base para recoger y dejar viajeros, junto al de Miño, y para poder recargar sus baterías eléctricas. En las rutas, el patrón de la embarcación ejerce también de guía, en una apuesta por el “contacto” directo, más que por el formato de audioguía, aunque también lo preparan. Además, un trabajador se prepara para ofrecer las explicaciones en lengua de signos.

La embarcación tiene capacidad para 7 o 8 ocupantes y espacio para una silla de ruedas en el centro. “Hizo una ruta un chico en silla de ruedas con un respirador artificial. Ver la cara de ese chico... con eso ya está todo. Se nos olvidan los años de investigación y la inversión”, aseguró Ogel. El catamarán costó 24.500 euros y tiene una autonomía de seis horas y media a velocidad de crucero, lo que permite una jornada entera, afirmó el ingeniero naval responsable de su diseño, José Ballester. Apuntó que su pequeño tamaño pretende favorecer “experiencias más íntimas que las de las embarcaciones tamaño autobús”.

La reserva incluirá la oferta de estas rutas en la central de reservas turísticas que prevé poner en marcha este año. La iniciativa podrá combinarse con maridajes a bordo o combinarse con rutas por tierra.