El futuro del abastecimiento de agua en Arteixo pasa por la construcción del nuevo colector entre Vío y el polígono de Morás, que será ejecutado por Augas de Galicia y financiado por las arcas municipales, y por la potabilización de agua del embalse de O Rexedoiro, en el polígono de Sabón. Esta última actuación, que será costeada con fondos de la Diputación coruñesa, está muy cerca de empezar a ser una realidad, ya que el Gobierno local ya tiene listo el proyecto técnico y ya casi está en disposición de iniciar el proceso de licitación. De hecho, el alcalde, Carlos Calvelo, explica que la previsión es que el concurso público arranque “en junio” , lo que supondría que las obras podrían arrancar entre este año y el próximo.

Antes de que los trabajos puedan ser licitados, el Concello debe terminar antes dos trámites: obtener el visto bueno de la Consellería de Sanidade para la gestión del agua y la elaboración de las bases administrativas que regirán la selección de la adjudicataria (el proyecto técnico ya está elaborado). El Gobierno local explica que, además, ya cuenta con la autorización de Augas de Galicia para acometer la obra.

Esta actuación, que supondrá la reforma de la captación de agua del polígono, pretende poner fin a una situación un tanto compleja en el suministro de agua del polígono de Sabón. Las empresas pueden disponer de agua de uso industrial procedente de la captación y si quieren utilizar una que sea potable deben obtenerla de la red municipal que utiliza el resto del concello. Con las obras, la captación suministrará agua 100% potable. Esta situación viene heredada de la etapa en la que la Diputación fue titular del polígono, que fue traspasado al Concello.

El proyecto recoge que se mantendrá la capacidad actual de la captación, que es de 100 litros por segundo, y que instalarán nuevos sistemas de ozonización y mejoras en el decantador. El documento indica que ahora “el agua bruta” presenta el problema de que tiene “cianobacterias” (unos agentes que se pueden convertir en tóxicos y que puede llegar a limitar e, incluso, impedir los usos que se hacen del agua embalsada) que suelen aparecer a partir del mes de junio y que también se ha detectado la presencia de hierro, manganeso y aluminio. La cantidad de contaminantes existente supera los límites legales. La reforma de la instalación permitiría eliminar estos contaminantes, lo que permitiría garantizar la potabilidad del agua, que sería suministrada únicamente al polígono de Sabón. El coste de los trabajos es de 2,6 millones de euros, que serán financiados por la Diputación coruñesa.

La actuación diseñada por el Gobierno local incluye la ejecución de un depósito de agua junto al ya existente, en una elevación próxima a la avenida de la Prensa. Tendrá una capacidad de 4.000 metros cúbicos. Esto facilitará la realización de tareas de mantenimiento en estas instalaciones, ya que uno podría ser vaciado y el otro seguiría en funcionamiento.

La reforma de la captación también incluye la instalación de una plataforma flotante que funcionará con energía solar y que combinará la monitorización en continuo “de la calidad del agua en línea, el software basado en la web y la tecnología ultrasónica para controlar de manera efectiva la proliferación de algas nocivas en grandes superficies de agua”, según recoge el proyecto.