Viva Vox, proclama una pintada realizada hace ya semanas en el singular edificio diseñado por Andrés Fernández Albalat para albergar una de las colecciones de arte contemporáneo más importante de Galicia. La aparición de este grafiti en una de las fachadas traseras de este centro gestado para recuperar la memoria histórica silenciada durante el franquismo y reconstruir el país que soñaron desde la diáspora Luis Seoane, Isaac Díaz Pardo y otros intelectuales en el exilio “expresa muy bien el estado del museo: vandalizado”, lamenta Xosé Díaz, hijo del fundador del Sargadelos.

El museo Carlos Maside permanece cerrado desde 2016. Las telarañas en las puertas, los desconchados de las fachadas, los cristales rotos de las ventanas evidencian el abandono de un proyecto impulsado durante el franquismo por Cerámicas do Castro y el Laboratorio de Formas de Galicia para rescatar a vanguardia artística gallega, promocionar el arte y la cultura y transformar la sociedad a a través de un centro vivo, dinámico, alejado del academicismo y ligado a la industria que debía servir “a la colectividad”, en palabras de Luis Seoane.

Tras los cristales cubiertos de polvo puede verse un cartel de la exposición de los grabados de Picasso de 1971, la única muestra del pintor en Galicia durante el franquismo. Es de lo poco que puede vislumbrarse desde el exterior de este museo que acercó las vanguardias europeas a este rincón de O Castro, en Sada.

Portela, ayer, con López Soto. | // CASTELEIRO/ ROLLER AGENCIA Antares Pérez

El centro, que inicialmente se ubicaba en la fábrica y que en 1984 se trasladó al edificio diseñado por Albalat, acogió las primeras muestras en Galicia de Miró, Grosz, Solana o Guinovart y proyectó sesiones sobre Le Corbusier o la Bahaus. “Fue una etapa maravillosa, era impresionante, las sesiones se llenaban, venía gente de todas partes”, recuerda un emocionado Xosé Díaz, hijo del fundador del grupo cerámico, que asumió la gestión del museo entre los años 1970 y 1974 siguiendo las instrucciones que recibía por carta de su padre y, sobre todo, de Luis Seoane.

Él y su hermano Camilo participaron ayer en la concentración convocada por el BNG a las puertas del Carlos Maside para reclamar a la Xunta su declaración sin más demoras como Bien de Interés Cultural. A la concentración acudieron, entre otros, la diputada nacionalista Mercedes Queixas, el responsable de Cultura de la Diputación, Xurxo Couto, el alcalde de Sada, Benito Portela (Sadamaioría) e integrantes de colectivos culturales como la Asociación Irmáns Suárez Picallo, que reclamaron ayer nuevamente la declaración de BIC y pasos para reabrir este museo, previa rehabilitación de las piezas y diseño de un plan museográfico actualizado.

Xosé Díaz, a la dcha., con dos asistentes. | // CASTELEIRO Antares Pérez

Este centro, singular por su fondo y forma, por esa composición de módulos hexagonales y por albergar una colección única, solo dispone actualmente del escudo que le proporciona el plan general de Sada. El Parlamento de Galicia aprobó ya en 2010 por unanimidad una proposición del PSdeG para declarar BIC este museo y a lo largo del los últimos años se han multiplicado las iniciativas, tanto en el Parlamento como del Concello de Sada, para apremiar esta distinción, que los expertos consideran esencial para frenar el deterioro. De momento, las iniciativas no han surtido efecto.

La Xunta sigue sin incoar el expediente para declarar BIC el Museo a pesar de que dispone desde enero de 2018 de un informe favorable del Consello da Cultura Galega firmado por la catedrática de Arte Contemporánea María Luisa Sobrino y el profesor de Derecho Administrativo Xavier Ferreira, que advierten de la necesidad de salvaguardar un “conjunto singular y único del patrimonio cultural gallego”. El Gobierno gallego se muestra esquivo. El secretario xeral de Cultura, Anxo Lorenzo, declinó participar en este reportaje “por cuestiones de agenda”. La Dirección Xeral de Patrimonio, que en febrero de 2021 afirmaba en el Parlamento que recababa los informes para incoar el expediente BIC, evita concretrar plazos al ser consultada por este diario: “La Xunta de Galicia mantiene intacto su compromiso con la declaración BIC del museo Carlos Maside y continúa trabajando en el expediente para hacerlo posible”, se limitan a responder la Consellería de Cultura.

Antares Pérez

La demora del BIC contrasta con el deterioro de este museo. La humedad y la falta de cuidados no solo ha provocado daños en el edificio de Albalat, también en las piezas de una colección fundamental para conocer el arte contemporáneo gallego. El museo alberga alrededor de 1.200 piezas. Obras de Castelao, incluidas las máscaras teatrales de Os vellos non deben de namorarse, y figuras claves del movimiento renovador y la plástica gallega de vanguardia y contemporánea. Maruja Mallo, Xesús Corredoira, Francisco Llorens, Arturo Souto, Francisco Asorey, Xosé Frau, Maside, Seoane, Lugrís, Fernández Mazas, Cabreiro, Huici..., son algunos de los artistas que conforman una colección única.

Un portavoz del grupo Sargadelos-Cerámicas O Castro admite que la parte de la obra, al igual que el edificio de Fernández-Albalat, presenta daños por humedad. “No tenemos cerrado el museo por gusto”, apunta este empresario, que prefiere que no se mencione su nombre en el reportaje, y que, en representación del grupo, insta a las administraciones a implicarse en la solución. Sargadelos apela a las dificultades económicas que atravesó la empresa —“lo primero fue pagar las nóminas”, inciden— y al importante coste de rehabilitar este conjunto museográfico que, recalcan, no puede reabrir “de cualquier manera”: “Las administraciones se han ofrecido a colaborar, pero no hay compromisos concretos. Que nos digan qué proponen y veremos si lo aceptamos”, apunta un portavoz, que apela al esfuerzo que han realizado para poner en marcha el Museo Sargadelos de O Cervo.

El declive del museo Carlos Maside: un “conjunto único” en la encrucijada Antares Pérez

En esta encrucijada de intereses artísticos y mercantiles, la empresa es la única que se opone abiertamente a la declaración BIC, que consideran un “cortapisas” para la actividad de la fábrica.

La otra pata del museo Carlos Maside, el Laboratorio de Formas, tiene una hoja de ruta radicalmente distinta. Esta sociedad, que tiene un 50% de las participaciones , está integrada en la Fundación Luis Seoane, que depende del Ayuntamiento de A Coruña (44%), los herederos de Isaac Díaz Pardo (44%) y los descendientes de Andrés Fernández-Albalat (12%). “Lo primero es el BIC, es fundamental protegerlo”, defiende su administrador, Xosé Díaz, uno de los hijos de Isaac, que advierte de que el museo no puede reabrir sus puertas en estas condiciones y que lo más urgente es restaurar el edificio y las piezas que alberga : No se trata de rehabilitar un edificio, “es la rehabilitación de la memoria histórica de Galicia”, defiende . Su hermano Camilo asiente y revela que había un principio de acuerdo entre la Xunta, el Concello de Sada y el grupo empresarial que se truncó “porque la empresa no quiere que se declare BIC”.

El declive del museo Carlos Maside: un “conjunto único” en la encrucijada Antares Pérez

De no reconducirse, el conflicto podría acabar en los tribunales. Camilo Díaz acusaba ayer al grupo empresarial de incumplir sus compromisos que, según el convenio suscrito en su día, pasaban por asumir la conservación y el mantenimiento, mientras que el Laboratorio de Ideas, se encargaba la dirección artística. “Lleva muchos años cerrado, hay humedades en el interior que están afectando a las obras”, incide el primogénito de Díaz Pardo, que acusa además a la empresa de trasladar obras a otros espacios sin permiso.

Los herederos de uno de los principales artífices de este conjunto único advierten de que la situación no admite más demoras . “El museo no puede esperar más. Estamos en un punto de inflexión, o se hace algo ya o corremos el riesgo de perder este legado”, apremia Camilo Díaz, que apela además al riesgo de que esta pinacoteca acabe disgregada y repartida por toda Galicia dado que el convenio estipulaba que, en caso de incumplimiento, las piezas podrían repartirse entre otros museos para garantizar su preservación y las obras cedidas volver a manos de sus donantes.

El declive del museo Carlos Maside: un “conjunto único” en la encrucijada Antares Pérez

El fundador de Amigos dos Museos de Galicia, Felipe Senén, achaca el estado actual del Carlos Maside al desprecio hacia la museología, “que en Galicia no está tratada como corresponde”. “Los museos deben estar registrados, protegidos por la Xunta”, incide este especialista que recuerda que la Constitución obliga a conservar el patrimonio de los pueblos. “Yo estuve en el museo en 2011 con Isaac y lo recuerdo llorando al ver una obra de Castelao humedecida”, relata Senén, que pone el acento en “la idea de crear país” que alumbró el Carlos Maside: “El edificio que diseñó Albalat era un museo para ampliar, con módulos, como un panal de abejas. Sargadelos está perdiendo el origen, no entiende la idea de crear país que hay detrás”, critica.

Anuncios incumplidos

El 29 de octubre de 2020 un rayo de esperanza iluminó el Carlos Maside. Ese día, el nuevo patronato de la Fundación Sargadelos acordó dar los pasos necesarios para reabrir el museo el verano de 2021. El estío ha finalizado y el grupo empresarial evita ahora fijar plazos. El anunció de reapertura coincidió con el breve paso de la Xunta por el patronato, presidido por Segismundo García, y del que forman parte también el alcalde de Sada, Benito Portela, o Camilo Díaz, entre otros.

La Xunta anunció en octubre de 2020 que entraba a formar parte del patronato de la Fundación Sargadelos, “una oportunidad fantástica impulsar y promocionar la innegable trascendencia e importancia de Sargadelos en el conjunto de la cultura gallega”, defendía entonces el conselleiro de Cultura, Román Rodríguez. Poco después, a principios de diciembre, la Xunta abandonaba la Fundación. Su salida estuvo precedida y motivada por la contratación como asesora externa de Sargadelos de Eva Cárdenas, empresaria y pareja del presidente del Gobierno gallego, Alberto Núñez Feijoo. Con su salida, argumentaron desde el Ejecutivo autonómico a preguntas de la oposición, pretendían evitar un “uso torticero” del fichaje de Cárdenas y "malas interpretaciones".

El declive del museo Carlos Maside: un “conjunto único” en la encrucijada Antares Pérez

La falta de avances para proteger el museo Carlos Maside, la preocupación por el progresivo deterioro del edificio y su pinacoteca, han llevado a un grupo de expertos, especialistas procedentes del mundo académico, del arte y la cultura a impulsar unas jornadas, organizadas por la Universidad de Santiago, el Consello da Cultura y el Concello de Sada, con el propósito de desbloquear la situación, sentar a todas las partes implicadas y alcanzar los acuerdos precisos para preservar este “patrimonio único”. A estas ponencias, que se celebrarán la próxima semana en Santiago y Sada, están invitadas todas las partes, participarán responsables de los departamentos autonómicos de la Xunta y el Estado y especialistas que plantearán soluciones administrativas, culturales y jurídicas.

Agar Ledo (integrante de la Comisión de Xestión e Políticas Culturais do Consello da Cultura Galega) y Miguel Anxo Rodríguez (de la USC) o la gestora cultural, Rosario Sarmiento, entre otros expertos consultados por este diario, apuntan a la importancia de que la sociedad civil se implique en la conservación de este museo, que alberga una colección esencial para conocer el arte contemporáneo de Galicia. Estos tres especialistas apuntan a la importancia de declarar Bien de Interés Cultural este conjunto sin más demora y actualizar el proyecto museográfico para garantizar su pervivencia.

“La administración tiene que implicarse, pasan los años y el expediente no avanza”, incide Miguel Anxo Rodríguez que, como el resto de los expertos, se muestra preocupado por el estado de conservación de las obras y pone el acento en la necesidad de una “negociación a varias bandas” que garantice su preservación y la continuidad del proyecto cultural. Este experto se muestra partidario de que se constituya una fundación, una vía que plantea también el Consello da Cultura Galega y que defenderá también en las ponencias el despacho Patricia Gabeiras y Asociados, que apela a la inseguridad jurídica de la situación actual, dado que el convenio que alumbró la creación del museo no llegó a tener entidad jurídica: “Si esto fuese una única sociedad sería más fácil, pero este convenio es como un brindis al sol, lo más operativo es crear una fundación”, apunta Roger Dedeu, que se muestra sorprendido por la demora en proteger el conjunto y en relanzar un proyecto “súper ganador” e “ilusionante” y cuya filosofía original, que engarzaba arte e industria, “encajaría perfectamente” de los fondos Next Generation: “Ya lo tenemos todo, el discurso está hecho”.