La Xunta agiliza el cambio en el plan parcial del SUD-11 de Xaz destinado a permitir usos privados en las parcelas terciarias del sector. La Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda exime a los promotores de someter la modificación de la normativa urbanística del plan a una evaluación más detallada. Entiende que el cambio no tiene efectos ambientales significativos en el ámbito con la admisión de los nuevos usos, según la resolución por la que se formula el informe ambiental estratégico, publicada ayer.
El cambio en la norma urbanística permitirá desarrollar como usos permitidos y compatibles el uso dotacional privado docente, deportivo, sanitario, asistencial, sociocultural, religioso y de servicios en las parcelas de uso terciario. Quedan prohibidos expresamente, sin embargo, los usos “sanitario mortuorio, funerario o tanatorio”, además de las estaciones de servicio o gasolineras, detalla la resolución autonómica.
El departamento gallego sí advierte en el documento de que la modificación deberá incorporar una justificación del cumplimiento de las Directrices da paisaxe. En el periodo de consultas previas a la formulación del informe ambiental estratégico, solo se recibió informe del Instituto de Estudos do Territorio, que descartó “una incidencia significativa sobre el paisaje” ya que “la incorporación de los nuevos usos no implica cambios en la clasificación, superficies del suelo, ni en la edificabilidad de las parcelas”. Sí avisó, en cambio, de que debía incorporase la justificación de que se cumplen las directrices paisajísticas correspondientes.
La modificación para incluir los usos privados es la segunda aprobada en el plan parcial del sector, que salió adelante en 2012. La junta de compensación del sector, en el que se ha construido un campo de golf y se encuentran en ejecución las primeras viviendas de las cerca de 700 proyectadas, tramitó este segundo cambio para ampliar las actividades permitidas en las parcelas de uso terciario, que suponen el 15% de la edificabilidad, frente al 85% de usos residenciales.
Los propietarios (el sector fue impulsado por Nova Galiza Urbanizadora, de la familia Jove) pretendían “flexibilizar las condiciones de uso de las parcelas” en respuesta a “la demanda e interés público de dotaciones privadas” en la urbanización.
