El Touliña Pop busca otra ubicación por falta de acuerdo con el nuevo Gobierno de Sada

La organización de este festival gratuito dice estar en “shock” por la decisión del Ejecutivo de negarle su apoyo con el cartel ya cerrado | María Nogareda apela a un “reparo legal” para abonar lo solicitado | La oposición la acusa de "dar la espalda" a las asociaciones culturales del municipio

El Touliña Pop, el festival que nació en Sada en 2017 y que vivió el pasado año su edición más concurrida con la actuación de bandas coomo The Cynics, The Pewees o los Wavys Gravies, busca nueva ubicación. La organización hizo pública este lunes su decisión de desplazarse por falta de acuerdo con el nuevo Gobierno local de Sada, al que afea su “falta de apoyo”.

Los organizadores afirman que el nuevo Ejecutivo les comunicó vía WhatsApp que “no tiene dinero” para apoyar la iniciativa y que, a su juicio, supone “una competencia desleal para la hostelería del concello de Sada”.

La comunicación suscitó un enorme revuelo en Sada, con manifestaciones de apoyo de agrupaciones políticas como Sadamaioría y BNG, que autorizaron este festival en los últimos cinco años, y de locales hosteleros como El Canalla, la Tetería Albayzim o La Cueva del Pirata, o de integrantes del Movimiento Cultural Esperto.

Uno de los portavoces de la asociación Touliña Pop , Koke Carpente, explica que las trabas impuestas por el Concello hacen inviable la celebración del festival, programado para mayo, y denuncia que la comunicación del Concello les llegó en Navidad, “con el cartel ya cerrado” y acuerdos con grupos procedentes de Japón, Reino Unido o Estados Unidos. “Nos quedamos en shock, nos podemos hundir en la miseria, hay bandas que tenemos que sacar adelante como sea”, apunta este organizador, que subraya que son una asociación cultural sin ánimo de lucro que hace un esfuerzo muy importante para sacar adelante este festival, que costea al 50%.

A consulta de este diario, el Gobierno local defiende que el festival, tal y como se celebró en los últimos años, incumple la normativa. “Existe un reparo legal a pagar todo lo que se solicitaba”, afirma la alcaldesa, María Nogareda, que subraya que el área de Cultura ha ofrecido “los recursos que se pueden dar de manera legal” y que el tema de la competencia desleal viene derivado del hecho de que la barra no se puede adjudicar directamente, sino que tiene que salir a concurso para garantizar la libre concurrencia “y no dársela a quien primero se presente”.

“No hay una intención de no colaborar, pero no podemos hacerlo de forma ilegal. Se ha ofrecido hasta donde se podía”, afirma la regidora, que acusa a sus ya exsocios de Sadamaioría de vulnerar la normativa en los últimos años.

Las explicaciones no convencen a los organizadores, que afirman que ofrecieron hasta cinco alternativas, todas ellas rechazadas. La asocación negocia in extremis con otros concellos y avanza que dos municipios se han mostrado inicialmente interesados en acoger el festival.

Este colectivo, al igual que la oposición y locales hosteleros que han salido en su apoyo, apela al retorno que deja este festival gratuito, que “llena los locales” y los hoteles de la zona. Los organizadores recuerdan que son una asociación sin ánimo de lucro y que con la barra solo pretenden recuperar una parte de los fondos invertidos.

 Sadamaioría emitió este lunes un comunicado en el que acusa al “gobierno tránsfuga” de “dar la espalda a las asociaciones culturales del municipio”. La formación que lidera el exalcalde, Benito Portela, recuerda que en su mandato siempre se apoyó el Touliña Pop, que nació en 2017 y tuvo desde entonces un “crecimiento continuo” hasta su “despunte” en 2022. Sadamaioría acusa además al equipo de María Nogareda de permitir la expulsión de la asociación Queiroa del centro escolar en el que tenía su razón social, extremo que denunció también el BNG.

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