Las autoridades inauguraron un mojón simbólico en diciembre de 2020 pero hasta junio de 2021 no comenzaron las obras de construcción material de la glorieta y el túnel en el cruce de Sol y Mar, una demanda histórica para mejorar la fluidez del tráfico en un tramo de la AC-12 en Perillo con casi 50.000 vehículos diarios. Va más de año y medio de trabajos, con quejas de conductores por las colas en las horas punta y de comerciantes y empresarios por los ruidos, polvo y menor afluencia de clientes. Aunque el plazo previsto para ejecutar esta infraestructura era de 28 meses, el alcalde de Oleiros, Ángel García Seoane, declaró ayer que desde el Ministerio de Movilidad le confirmaron que las obras estarán terminadas “en agosto o septiembre”, de este año. La última fecha de finalización que anunció el Gobierno central fue a lo largo de este año 2023. Esta obra se adjudicó por 9,8 millones de euros.
Técnicos e ingenieros de distintas contratas estaban ayer a pie de obra inspeccionando los trabajos y no descartaron que se pueda cumplir el plazo de final de verano para acabar una infraestructura que reconocen que causa muchas molestias por su complejidad, sobre todo “por ser un espacio pequeño, urbano y con mucho tráfico, y porque resultan afectados muchos servicios”. En un tramo frente al restaurante chino, según indicaron, hubo que reponer “hasta nueve servicios, entre luz de baja y media tensión, gas, pluviales, telecomunicaciones, abastecimiento, saneamiento”. Bajo una de las aceras discurre un gran colector que lleva el saneamiento hasta Bens.
Los operarios de distintas contratas están finalizando la construcción de aceras en ambas márgenes, por lo que quedan estrechos espacios para el paso de los peatones, después de estar muchos meses entre tierra y pasarelas para acceder a portales y locales. También están construyendo vías laterales provisionales en cada margen porque la siguiente fase es meter por ellas el tráfico, en cada sentido, y dejar el centro de la calzada para la obra que tienen que acometer ahora: excavar entre los muros pantalla para construir los accesos subterráneos al túnel, cubiertos en un tramo con una losa superior de casi 200 vigas de hormigón prefabricadas. Construirán también la losa inferior, la calzada de los carriles que irán enterrados. La última obra será la “humanización”: según indicaron los técnicos, se pondrán zonas ajardinadas y bancos y con preferencia para los peatones, con zona 30 para vehículos.
Marta Ferreiro | Farmacéutica: “Después de dos años estamos cansados, no sé si acabarán este año”
“Llevamos seis meses abiertos y me va salvando el boca oreja y que al lado está la farmacia y la gente de paso para aquí. Van ya dos años de obra y estás cansado, Y ahora menos mal que hicieron la acera, antes la entrada era un barrizal, todo suciedad. No sé si acabarán en verano, ni este año. Yo creo que va muy lento. El viernes por la tarde no hay nadie, en Navidades estuvieron mucho tiempo sin trabajar y hubo épocas con muy pocos obreros”, destaca Marta, que tiene un comercio de ropa en la rúa Areal.
Laura Fleire | Tienda Koloreske: “La gente se marcha al no poder aparcar y eso está afectando”
“Como es imposible aparcar, la gente sigue hasta la próxima farmacia, eso sí que nos está afectando. Tenemos más gente el fin de semana, cuando no hay tanta prisa. Sé que al final quedará todo muy bien pero esto se está haciendo muy pesado y muy largo. Eso de que abrirá después del verano, hasta que lo veo no lo creo, ojalá. Lo peor fue cuando estuvimos sin acera, solo con la pasarela. Era todo suciedad y hasta tuvimos filtraciones abajo”, destaca esta farmacéutica.