Joyas en Santa Cruz: Brocos, un María Antonia Dans con sorpresa y el prepucio del Niño Jesús

Oleiros inaugura en el castillo una ecléctica colección artística de donantes y prevé construir un gran museo en el futuro

Cuadro de María Antonia Dans.

Cuadro de María Antonia Dans.

La bienvenida al museo la realiza un cuadro de la pintora gallega María Antonia Dans, uno de sus escasos desnudos, que incluye una sorpresa: por la parte de atrás la artista realizó un autorretrato que después tachó, lo descartó. Es una de las piezas más destacadas que ayer se pudieron ver en la inauguración del nuevo museo del Concello de Oleiros, en la planta baja del castillo de Santa Cruz, donde se muestra una selección ecléctica de pintura, escultura, grabado, piezas religiosas, de imaginería o esoterismo, etnográficas, mobiliario e incluso animales. Se exhibe hasta un muñeco de vudú que perteneció al artista José María Kaydeda, que donó centenares de piezas de barro que dieron origen al museo Os Oleiros. Las del castillo nunca se habían expuesto, al igual que las que donó el médico de Sada Manuel Pampín al morir en 2021.

La técnico de cultura Ana Justo con uno de los paneles de estampas.

La técnico de cultura Ana Justo con uno de los paneles de estampas.

Al médico pertenecía la pieza de María Antonia Dans y otras de gran valor como una delicada sanguina de Isidoro Brocos, que fue maestro de Picasso; o un dibujo de Alejandra Murguía de 1878 (hija de Rosalía de Castro y Manuel Murguía), que retrata a su hermana Aura. También figuran obras de Celada, Laxeiro, Criado, Sucasas o Julio Sanjurjo. “Este museo muestra piezas sobre todo de las dos grandes donaciones por cantidad y calidad, que ha recibido el Concello de Oleiros. Son colecciones retratan la personalidad de los donantes, sus intereses tan diferentes”, destaca Ana Justo, técnica del Museo Os Oleiros que ha estado un año con la preparación de esta muestra, que ha tenido que pasar incluso por alguna restauración, de mano de Eva Amador del Arquivo do Reino de Galicia.

Vértebra de ballena.

Vértebra de ballena.

El facultativo de Sada donó sobre todo cuadros, piezas antiguas de Sargadelos y también mobiliario, como un despacho completo con piezas como pipas hechas con una garra de animal. En el caso de Kaydeda, al ser un artista con multitud de intereses, en la exposición pueden verse exvotos, rosarios de plata, escapularios, relicarios y estampas. Hay piezas fascinantes como estampas de santos de puntilla canivet de los siglos XVIII y XIX; unos detentes (amuletos para alejar al demonio, hechos a mano); o diminutos y delicados relicarios en los que pone que se guarda “el prepucio del Niño Jesús” o en otro caso, las “mantecas de San Esteban”. Figura también un valioso petitorio de madera del XVII-XIX.

Un momento de la inauguración, ayer, de este museo. |   // L.O.

Sanguina de Brocos y dibujo de Alejandra Murguía. | // L.O. / Marta Villar

Junto a estas piezas también se muestran otras que retratan la fascinación de Kaydeda por el esoterismo, con garras de tejón o su muñeco de vudú. Tenía también una falsa cabeza reducida y piezas de su viaje por el Amazonas, como tocados con plumas de los nativos, collares elaborados con semillas o formados por escarabajos, así como piezas de barro de las culturas shuar, omereque o quechua, algunas de hasta el 1.450 antes de Cristo. En la exposición se puede observar también una piel de anaconda, un pez globo o una vértebra de ballena de casi un metro de altura.

Joyas en Santa Cruz: Brocos, un María Antonia Dans con sorpresa y el prepucio del Niño Jesús

Relicarios, en el centro uno con un supuesto prepucio del Niño Jesús. / Marta Villar

El alcalde de Oleiros recordó de nuevo ayer en la inauguración que ante tal cantidad de piezas artísticas que están donando al concello (está en negociación para recibir más de 50 cuadros), ya prevé la construcción de un gran museo.

Joyas en Santa Cruz: Brocos, un María Antonia Dans con sorpresa y el prepucio del Niño Jesús

Un momento de la inauguración ayer del nuevo museo en el castillo de Santa Cruz. / Marta Villar

Suscríbete para seguir leyendo