Vecinos alertan del deterioro de la pasarela de Infesta y el Concello alega que lleva desde 1989 “en tierra de nadie”

Residentes ponen en marcha una campaña para reclamar su arreglo

Carteles colocados por vecinos en la pasarela de Infesta.   | // LA OPINIÓN

Carteles colocados por vecinos en la pasarela de Infesta. | // LA OPINIÓN / Antares Pérez

Cansados de esperar por una reforma que no llega, vecinos de Infesta han instalado carteles en la pasarela del tren en los que responsabilizan a la alcaldesa de Betanzos, María Barral, del retraso en acometer una actuación que tanto los residentes como el Concello consideran muy necesaria.

Este paso, con desperfectos que saltan a la vista en forma de óxido, corrosión y agujeros, fue objeto de una intentona fallida de reparación en 2018, cuando el Ayuntamiento anunció su inminente arreglo con fondos provinciales.

La actuación no llegó a ejecutarse y el Ejecutivo aduce ahora que la obra se truncó por la imposibilidad de certificar la titularidad de esta infraestructura. La alcaldesa reconoce su “preocupación” por el “deterioro” de este paso para salvar las vías del tren pero alega que, por increíble que suene, esta pasarela lleva “en tierra de nadie” desde 1989, año en que fue ejecutada por la Xunta.

Barral achaca esta anómala situación al hecho de que el Gobierno gallego no llegó a ceder el paso tras su construcción hace ya 34 años. “En este momento estamos atados de pies y manos a la hora de poder abordar cualquier mejora en la pasarela”, afirma.

La regidora relata que fueron conocedores de la situación en 2018, cuando los técnicos informaron en contra de la obra al no poder certificar el Concello la titularidad de la infraestructura. El Gobierno local sostiene que ese mismo año solicitó una certificación de titularidad al Administrador de Infraestructuras Ferroviarias, que respondió que no constaba en su inventario un acta específica de transmisión y que lo único que constaba en el expediente era la preceptiva autorización a la Xunta para acometer los trabajos.

La respuesta del Adif llevó al Concello a llamar a las puertas de la Xunta para intentar regularizar la situación. Sin éxito: “Tampoco en su inventario consta la citada pasarela”, afirma el Ayuntamiento.

La alcaldesa argumenta que este sorprendente lapsus burocrático impide al Concello obrar sobre la pasarela hasta que se aclare su situación administrativa. Alega que cualquier intervención sobre este equipamiento sería informada desfavorablemente por los técnicos municipales y “podría derivar en otro tipo de responsabilidades judiciales”. La regidora se compromete a acometer la reparación “tan pronto se solvente esta cuestión administrativa. “Si mañana nos certifican que la pasarela es el Concello, como hemos pedido, se buscará la fórmula para abordar los trabajos. Los vecinos tienen mi compromiso”, promete.

La respuesta no convence a la plataforma de Infesta, que acusan al Ejecutivo municipal de “derivar a terceros sus obligaciones”. Vecinos de esta localidad replican que en 2010 el Gobierno central ratificó en una respuesta a una pregunta del BNG que le pasarela es de titularidad municipal, respuesta similar a la que, dicen, recibieron recientemente del Adif. Los residentes insisten en la necesidad de reparar con urgencia esta pasarela y advierten del riesgo.

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