Una nueva vida para la casa rectoral de Montemaior

El Concello de A Laracha transformará la vivienda, en desuso en la actualidad, en un albergue juvenil con capacidad para 25 personas

Estado actual de la fachada de la casa rectoral de Montemaior.  | // NAOS ARQUITECTURA

Estado actual de la fachada de la casa rectoral de Montemaior. | // NAOS ARQUITECTURA / Adrián G. Seoane

Adrián G. Seoane

El Concello de A Laracha transformará la antigua casa rectoral de Montemaior, actualmente en desuso, en un albergue juvenil con capacidad para 25 personas que acogerá distintas actividades, tanto de voluntariado como del sector agroganadero y forestal. Este proceso de readaptación, que dota a un antiguo edificio de un propósito distinto para el cual fue construido, se ha convertido en los últimos tiempos en unas de las tendencias más destacadas en arquitectura.

Interior del edificio eclesiástico.  | // NAOS ARQUITECTURA

Interior del edificio eclesiástico. | // NAOS ARQUITECTURA / Adrián G. Seoane

“Una cosa que podemos hacer como arquitectos es reusar las estructuras que ya tenemos con el fin de ser más sostenibles. Antes, si tú estabas haciendo una renovación ya eras menos arquitecto porque no construías desde cero, pero ahora han cambiado las cosas y lo importante es tener la imaginación para coger lo que está construido y transformarlo en una cosa nueva”, así lo explicaba la arquitecta compostelana asentada en Nueva York María Sieira en el pasado congreso de arquitectura Diálogos a través do Atlántico.

La arquitecta del proyecto de reforma de Montemaior, Marta López, del estudio Naos Arquitectura, también apunta a esta tendencia: “Hay muchas edificaciones sin uso ahora mismo a las que los Concellos buscan dar una salida. Puede ser más económico reutilizarlas que construir otras nuevas. Además, en este caso se le está dando valor a un edificio que se encuentra en el rural”. López concluye que la readaptación arquitectónica “está empezando a ocurrir o, al menos, hay cierta preocupación por ella”.

La casa rectoral fue cedida a principios de este año por el Arzobispado de Santiago por un período de 29 años, el máximo posible. Fuentes del Concello señalan que la vivienda lleva deshabitada al menos tres o cuatro décadas y que en la actualidad solo se utiliza como almacén para el material de la comisión de fiestas de la parroquia. Según el alcalde, José Manuel López Varela, el objetivo es ahora “recuperar el patrimonio histórico del Concello” y “que los vecinos puedan disponer de un punto de encuentro en el que reunirse y celebrar actividades”. Aunque no toda la vivienda funcionará como albergue, ya que uno de los edificios anexos al principal lo seguirá utilizando la Iglesia para el almacenamiento de sus archivos eclesiásticos.

El proyecto de rehabilitación está valorado en 712.808 euros, que se financiarán a través del Fondo de Cooperación de la Consellería de Medio Ambiente. La cantidad la devolverá el Concello en un período de ocho años sin intereses.

El Ayuntamiento pretende sacar a contratación pública de rehabilitación de la casa rectoral antes de que acabe el año, aunque para que esta se lleve a cabo no hay fecha exacta. “Imagino que para finales de 2024 o principios de 2025 debería estar lista”, señala López. A Laracha tiene más convenios firmados con la Iglesia para la cesión de edificios, como el del antiguo hospital de peregrinos, también en Montemaior, que funciona como otro albergue.

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