La fiesta de las vecinas de Pastoriza

“Nos costó mucho trabajo, pero conseguimos jugar. Valió mucho la pena”, recuerda la vecina de Pastoriza Carmen Rodríguez. Esta residente de la zona de A Maceira fue una de las primeras mujeres que jugaron al fútbol en la parroquia arteixana. Fue en el campo viejo durante las fiestas de agosto, en las de 1960 o 1961. “Creo que fue en las del 61”, intenta precisar. Su intención era disfrutar de los días festivos como los hombres: con un partido entre solteras y casadas.

La experiencia fue tan satisfactoria que se convirtió en una tradición e, incluso, las animó a jugar también contra vecinas de otros núcleos cercanos, como el de Mesoiro. Esta semana, la Diputación organiza con la SCD Pastoriza una charla para alumnos de Arteixo en la que repasarán la historia del fútbol femenino. Dentro de esa trayectoria, la fiesta de las vecinas de la parroquia, como Carmen, tiene un lugar muy especial.

El partido de solteros contra casados era uno de los momentos álgidos de toda fiesta popular, ya en los tempranos años 60. Y así lo quisieron replicar las vecinas jóvenes entre ellas. Carmen y otra amiga, Maruja, consiguieron reunir al resto de mujeres para hacer su propio encuentro de solteras contra casadas, cada una con su propio uniforme. Rodríguez, en el equipo de las primeras, se ofreció para jugar de portera en una tarde en la que se lo pasó “muy bien”.

A los hombres les costó aceptarlo al principio, pero una vez se hizo la primera vez, “no hubo ninguna mala reacción”, explica el responsable de eventos de la SCD Pastoriza, Pablo Mariño. Aunque Rodríguez solo jugó aquella vez, la tradición se extendió durante años “de forma intermitente”. El marcador no se recuerda, pero sí el resultado de aquellas tarde en el campo viejo: fue una victoria clara de todas las vecinas de Pastoriza.

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