Familias de Miño se movilizan para exigir medidas ante la “masificación” del colegio

A dos meses de cumplirse un año de la recogida de más de 1.200 firmas contra la supresión de un aula de Infantil, las pancartas vuelven a asomar en el colegio Castro Baxoi, en Miño. Las familias, que a finales del pasado curso se movilizaron sin éxito contra la eliminación de esa clase y la consiguiente pérdida de un profesor y un docente de apoyo, ven ahora cumplidos sus “peores presagios”, en palabras de la ANPA.

La Xunta justificó la eliminación de esta aula por no alcanzar por tres plazas la ratio, fijada en aquel momento en 25 alumnos. La Consellería de Educación se comprometió entonces a realizar un seguimiento de las matrículas a lo largo del curso y tomar medidas si, tal y como vaticinaban las familias, se superaban finalmente el número máximo de alumnos. Y así ha sido. Desde mediados de marzo son 26 niños en el aula. Tres de ellos, añade la ANPA, con necesidades educativas especiales.

La situación actual del centro, al borde de su capacidad, hace inviable ahora desdoblar el aula, admite la ANPA, que exige que se dote a cuarto de Infantil de un profesor de apoyo sin más dilación (actualmente solo hay uno para cinco aulas de Infantil) y que prepara una manifestación en mayo para exigir que se tomen medidas ante la “masificación” del centro.

Las familias, que han empezado a presentar quejas particulares ante la Inspección de Educación, han preparado un dossier que calcula el porcentaje de incremento de matrículas en el último curso por etapas, 20% en Infantil; 9,5 en Primaria y un 9,3 en Secundaria. Acompañan estos datos con el de datos sobre el incremento de la población infantil en el municipio, En 2015, había censados 693 personas de 0 a 16 años. Ahora son 917, un porcentaje elevado para un municipio de menos de 7.000 habitantes.

Sus demandas llegaron esta semana al pleno municipal a instancias del BNG. “Parece que lo que se dice en el Parlamento no vale nada”, reprochó su portavoz, Alberte G. Nicolás al Gobierno gallego, al tiempo que instó a formar un “frente común”. Su iniciativa, enmendada por el PSOE, se aprobó con la abstención del PP. El punto de acuerdo, instar a la Xunta a dotar “ya” a Infantil de otro profesor de apoyo y a iniciar ya los trámites para ampliar este colegio, fin para el que el Concello pone a disposición los terrenos a la Xunta.

El Gobierno local defiende que se trata de una obra necesaria desde hace años y cada vez más dado el cambio en la normativa de ratios y el crecimiento poblacional que registra Miño, el mayor de la comarca. El Ejecutivo se muestra contrario a la habilitación de barracones para el próximo curso, una posibilidad que ya dan por hecho las familias.

El grupo municipal del PP se abstuvo al advertir un “trasfondo político” de la moción del BNG. Los populares defendieron que la Xunta se había limitado a “cumplir la normativa” que fijaba el número máximo de alumnos por aula y matizaron que solo uno de los tres niños con necesidades especiales en cuarto de Infantil estaba identificado. El PP subrayó que la Xunta pondrá de un refuerzo ante el incremento de la matrícula y defendió el “compromiso” del Gobierno gallego con el colegio, que ilustró con las obras en la cubierta, que asumirá íntegramente.

Diferencias aparte, toda la corporación coincide en que al Castro Baxoi se le rompen las costuras. “Llevamos diciéndolo años, ya no es que se vaya a quedar pequeño, es que ya es pequeño”, resumió la primera teniente de alcalde, Catalina Morado.

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