Sada declara desierto el segundo concurso para la vigilancia del pazo de Meirás durante las visitas guiadas

Ninguna empresa se interesa por el contrato a pesar del aumento del precio | El objeto es contratar a un vigilante que acompañe al guía

Participantes en una visita al pazo de Meirás. |   // CARLOS PARDELLAS

Participantes en una visita al pazo de Meirás. | // CARLOS PARDELLAS / Antares Pérez

La mesa de contratación del Concello de Sada ha declarado desierto el segundo concurso para contratar un refuerzo de la seguridad durante las visitas al pazo de Meirás. Ninguna empresa ha presentado oferta para hacerse con este contrato a pesar del incremento del precio con respecto al primer concurso, de los 26 euros por hora (IVA incluido) fijados inicialmente a 31,47 euros.

El Gobierno local de Sada abrió el primer concurso en febrero por un presupuesto base de licitación de 6.046 euros y un valor estimado de 20.630 euros. A raíz de que ninguna empresa presentase oferta, el Concello revisó la oferta y comprobó que el presupuesto previsto estaba “por debajo de los precios de mercado”, como reconoce en la memoria de este segundo procedimiento.

El Ejecutivo municipal incremento el precio en este segundo concurso, en el que estima un número máximo de 320 horas al año, por lo que el presupuesto máximo anual estimado sería de 8.323 euros y la posibilidad de prorrogar el contrato por un máximo de dos años. La nueva propuesta no ha atraído a ningún aspirante.

El objeto de este malogrado concurso es disponer de un vigilante en las entradas y salidas de las visitas guiadas al pazo de Meirás, que organiza el Concello de Sada y se realizan los sábados y domingos.

Los itinerarios por este Bien de Interés Cultural se limitan en la actualidad a los jardines y al vestíbulo del edificio principal. Los visitantes pueden asomarse también a la capilla. Los recorridos están mucho más restringidos que cuando los asumía la familia Franco, una paradoja que el Estado justifica por la necesidad de evitar posibles desperfectos antes de que la Justicia emite una sentencia definitiva sobre la titularidad de este inmueble.